Rogando que Victoria no me vea y se vallan, tiro mi cappuccino en mi pantalón- Hay quema, quema, quema- esto estaba verdaderamente caliente.
-Sam ¿estás bien?-Victoria se acerca y me pregunta preocupada.
-Sí, si no es nada, solo un poco de café- le respondo- Café hirviendo que derrite pantalones- añadió mi conciencia.
Victoria se va a conseguir servilletas para limpiarme, mientras yo me siento con cuidado.
-¿Te vas a quedar parado todo el día o qué?- Dylan estaba parado mirando lo que pasaba desde que llego.
-Voy a pedir un café- dice y se va.
¿Qué le pasa? Tiene un no sé qué, que parece raro, bueno no me importa.
Victoria se acerca con un montan de servilletas en la mano, como si fuera que se inundo la cafetería, eso provoco que suelte una risita.
-¿Qué sucede, cual es la gracias?- me pregunta desconcertada.
-Nada, nada, gracias por las servilletas
-ah por nada- sonríe- y ¿Dylan donde fue?
-Creo que dijo que fue a pedir un café
-Si hay viene- señala al pelinegro trayendo tres vasos de café.
Nos sentamos los tres y damos sorbos a nuestro café.
-y, ¿Qué estabas haciendo Sam? Porque cuando volví al dormitorio después de que Dylan se había ido tú ya no estabas- me pregunta Victoria
Mire a Dylan y el tenia los ojos clavados en mí, me agarro un escalofrío que me corrió toda la la columna vertebral. Volví a mirar a Victoria
-Había ido a la piscina, pero como no la encontré, vine a esta cafetería- le contesto tomando otro sorbo de mi café.
Tenía que encontrar una excusa para salir de aquí, no aguanto que Dylan me este mirando tan atentamente, como si me estudiara cada movimiento que hago, es muy incomodo.
-Bueno, me tengo que ir a bañar- “claro, una excusa genial Sam”- me levanto dejando mi café en la mesa.
-Quédate un ratito más, y acompañamos a Dylan a su apartamento- dice Victoria, nose si no nota que no me aguanto al chico que esta a su lado o se hace la tonta.
¿Dylan no vive en los dormitorios de la universidad? ¿Tiene un apartamento?
-De acuerdo- le respondo y veo como Dylan abre un poco los ojos, como si estuviera sorprendido de que aceptara, cuando hace menos de una hora estabamos peleando. solo voy porque nose, me entro ¿curiosidad? si eso debe ser.
Nos levantamos y caminamos hasta el auto de Rebecca, cuando se escucha el “clic” es la señal para entrar al auto.
Victoria conduce, Dylan se acomoda en el asiento del pasajero y yo me pongo atrás.
-¿Qué música escuchas Sam?- me pregunta Rebecca
-Rock, solo rock- le contesto y me concentro en la ventana.
-¡Eres de las mías Sam! – me tira un beso
Todo el viaje fue preguntas y respuestas, pero Dylan no hablaba, estaba concentrado en la ventana, estaba muy callado, con lo poco que lo conocía podía decir eso.
Llegamos al apartamento de Dylan, es un tanto lujoso, pensé que iba a ser un edificio descuidado y feo, pero no. Salimos del auto y caminamos adentro del edificio, hacia el ascensor.
-Es la primera vez que traigo a alguien además de Vic a mi apartamento- dice Dylan un poco incomodo.
-Pensé que eras uno de esos chicos que se tiraba a chicas todos los fines de semana- me rio.
Dylan me mira fijo, no dice nada y vuelve a mirar el piso.