Jungkook siempre a tenido todo fácilmente, así era su vida. Las cosas, la situaciones, las personas... Todo bajo sus pedidos.
Hasta que Kim Taehyung llegó a su vida y el dinero ya no le servía.
-Sí me gusta lo que veo, lo quiero y lo que quiero lo o...
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—Ahh... Ngg, o-oye para un momento, no estoy listo a-aun.
—Tranquilo no dolerá mucho. Voy a contar hasta tres y lo haré, sólo respira profundo.
—Oke-ey...
—Uno... dos...¡Tres!
—¡Ahhh! ¡Mierda Lisa eso dolió mucho! Se quejó Jungkook cuando sintió un agudo dolor en su frente.
—Dijiste que te dejarías limpiar las cejas, Kook deja de ser tan quejón. Suspiró la, ahora, rubia empezando a exasperarse.
—Pero dolió...Jungkook hizo un puchero y arrugó tiernamente su nariz.
—La belleza duele, cariño.
—Touché. Respondió con un puchero y las cejas fruncidas.
—Ven que apenas he sacado un simple bello con la pinza y falta todavía...
—No~...Gimió él con un tierno berrinche y su amiga lo imitó.
—Sí~...
—Nooo~...
—Siii~...
—No, Lisa. No. Dijo ahora Jungkook serio y Lisa lo siguió.
—Sí, Lisa, Sí. Carajo.
—QUE NO. Gritó Jungkook y salió corriendo para escapar de la rubia.
—JUNGKOOK VUELVE SIEMPRE QUISE HACER ESTO Y ME DEJASTE. CUMPLE CON TU PARTE COBARDE. Chilló Lisa persiguiendo al miedoso de su mejor amigo por todo él apartamento.
—ATRÁPAME SI PUEDES, MALDITA.
—¿Ah sí? Susurró ella ahora más seria que nunca y salió corriendo tratanto de atraparlo. —CORRE PERRA QUE TE ALCAZO.
—AAAHHHHH.
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Luego de que Lisa atrapara a Jungkook y cumplir sus capricho. Ambos se encerraron en su propio mundo, Lisa leía un libro y escuchaba música y Jungkook jugaba videojuegos en la sala.
