Jungkook siempre a tenido todo fácilmente, así era su vida. Las cosas, la situaciones, las personas... Todo bajo sus pedidos.
Hasta que Kim Taehyung llegó a su vida y el dinero ya no le servía.
-Sí me gusta lo que veo, lo quiero y lo que quiero lo o...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Mierda, sí sí! ¡Ahh!
Ni siquiera estaban en una cama. Estaban encerrados en el baño.
—Vamos, perrita, gime para mi...
La voz grave y sensual de Taehyung fue suficiente para hacer gemir en chillidos a la chica peliroja frente a él.
Era normal para él que de vez en cuando, después de una presentación, él terminara con alguien en esta situación.
Era excitante.
Empujó su pene bruscamente un par de veces más, hasta correrse dentro del condón.
Sin dejar que más tiempo pasara, salió de ella y se quitó el condón para arrojarlo en la papelera más cercana. Acomodó su ropa y con la mano tiró su cabello rubio para atrás.
Mientras la pelirroja se acomodaba su corta falda y sus bragas mojadas.
Ella le sonrió seductora y pícara pero el no cambió su rostros neutro. Ella se acercó para darle un besó de despedida pero él la alejo con una estúpida excusa.
—Me diste una mamada, no te voy a besar.
La chica con un irritante puchero le miró y después de escribirle en un papelito su número se lo dió a Taehyung.
—Llámame, guapo. Dijo cuando salió de ahí.
—Ya quisieras...
Y lanzó él papelito al piso sin cuidado.
Apoyó sus manos en el lavamanos y se miró en el gran espejo del baño.
23 años, Nacido en Daegu. Se independizó a los diesiocho. Sus padres quienes siempre lo presionaron para que estudiara y se convirtiera en un insípido abogado o en un sonso doctor, nunca lo dejaron hacer lo que él quería o lo que a él le gustaba. Después de todo era el único hijo, y siempre llevaría la presión sobre sus hombros.
Cuando él les dijo con una gran sonrisa a sus cortos doce años que quería ser cantante, sus padres se rieron en su cara para exigirle que no fantasiara, que eso no era una carrera y que mucho menos eso iba a darle de comer cuando ellos ya no vivieran con él. Por supuesto él solo se trago las lágrimas frente a ellos, mientras que cuando se encerraba en su cuarto le era imposible parar de llorar.
Taehyung por supuesto al empezar la adolescencia también empezó su vena rebelde. No había vez que él no discutiera con sus padres, ignorandolos y empezando hacer lo que él quería hacer.
A los catorce años comenzó a vestirse como a él le gustaba, cosa que por supuesto sus progenitores no aceptaban.
Luego, a los quince, Tae se empezó a juntar con chicos iguales a él y se la pasaba el mayor tiempo posible fuera de su casa, eso tampoco les agradaba.