Sobreviviendo 🔫

Candela

Había vuelto a tener esa pesadilla otra vez, en la que su realidad se había visto voicoteada por personas como sus padres que, en el tanto de ayudarla, lo que hacían era entorpecerle la vida, miró con detenimiento la hora y se quedó gravemente estrañada, tan solo había pasado una hora desde que había vuelto de la casa de Martina, y Clarisa todavía no parecía haber llegado, volvió con pesadez a la fiesta que estaba en la otra mitad de la ciudad; se puso a admirar esa ciudad soñada, los barcos que llegaban y la manera en la que se besaban aquellos adolestes de aquel banco, en un  momento los envidió, porque ella no había tenido nada así, tan auténtico y pasional.

-Señorita, hemos llegado- Me decía el taxista sacándome de mis  pensmaientos.

-Lo siento, ¿Qué me estaba diciendo?- preguntó media adormilada.

El taxista le repitió que ya habían llegado a su destino, a aquella lujosa mansión. Candela le tendió el dinero y se dirigió hacia aquella casa, que parecía sacada de un cuento de fantasía en esos momentos se estaba planteando muchas cosas, estaba ahí otra vez en la busca de su amiga que probablemente estuviera borracha,para que a la mañana siguiente estuviese de mal humor, pero ella, sentía que era lo que tenía que hacer,porque en el fondo era una de sus pocas amigas que le quedaban por no decir la única. Al llegar de nuevo a la fiesta se sorprendió cuando vio a su amiga en el suelo llorando, como si su vida dependiese de ello.

-¿Estás bien?- pregunté con tono neutral.

Ella me respondió que estaba triste porque las cosas no eran como cuando éramos pequeñas. Al salir de aquella aglomeración fuimos directas a casa y volvimos para el piso.

Clarisa apernas hablaba,lo único que hacía era balbucear,por la culpa del alchol en su organismo.

-Te tienes que dar una ducha ahora mismo-dije yo bostezando.

-¡¿Y eso por qué? Ya no somos unas niñas para que me vengas diciendo lo que tengo que hacer o dejar de hacer.

Yo me quedé estupefacta ante tanta réplica,pero poco a poco la distancia iba siendo cada vez más pequeña entre nosotras, yo, sorprendida, no sé lo que estaba pasando, quizás se tratase de alucinaciones causadas por el alcohol que había bebido.

Lo que ocurrió en aquel momento ninguna de las dos se lo podía esperar, al acercarse a mi, me besó, posó los labios sobre los míos y me besó como si su vida dependiese de ese acto, yo no pude reaccionar a tiempo ante esa posesividad ni ante la manera en que sus labios me besaban,era demasiado placentera la sensasción,como para poder interrumpir el beso: se trataba de estar en el mismísimo cielo,era como si estuviese renaciendo, porque aquel beso, lo había sido todo.

A los pocos minutos se apartó de mi, y yo confundida pregunté:

-¿Qué ha sido eso?

- Essto,es que lo siento muchísimo, no debería de haber pasado entre nosotras,porque somos amigas desde pequeñas, es mejor que te marches.

Acto seguido recogí mis cosas de su casa , donde había ido tan pocas veces en los últimos años. Me fui decepcionada conmigo misma, porque ella era una de las personas que más quería en la vida, y que siempre estaba ahí para poder sacarme una sonrisa,ahora por mi culpa,todo se había ido a la mierda, y para más colmo me había echado de su casa como si todo por lo que hubiéramos pasado juntas no fuese lo más importante en la vida.

Ella ya me lo había advertido, era una mujer diferente, y tenía razón, distaba mucho de ser aquella niña vulnerable, ahora estaba tan jodida como yo o peor,pero es que no podía hacer nada