Tristeza y placer

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¡El líder de la secta Qinghe Nie ha muerto!

Como balde de agua fría la noticia llegó a Lan Xichen. No podía escuchar que más decía el mensajero, era como si estuviera rodeado de silencio. -Gracias por informarme, por favor retirate-, dijo el líder de la secta Lan con una sonrisa que lo caracterizaba, pero una vez que fue dejado a solas se derrumbo, y no pudo detener más las lágrimas. Sabia que la muerte de su hermano jurado era muy posible por la historia de su familia, pero nunca espero que sucediera tan pronto. Ni si quiera necesitaba leer la causa de muerte, el lo sabia.

Retomó su compostura y se preparó para partir. Informo a su hermano menor, pero no esperaba su compañia, Lan Zhan siempre guardo cierto resentimiento a Nie Mingjue, desde el asedio a Yiling, así que partió solo.

El camino fue triste, pero nadie lo preparó para su llegada a la secta Qunghe Nie. Jin Guangyao lo recibió, pero no tenía su usual sonrisa hasta que lo vió llegar, Lan Xichen también se forzó a sonreir, pero tras un corto tiempo ambos se rindieron de ello. El líder Lan quería ir con Nie Huaisang, a ofrecerle algunas palabras, pero Meng Yao lo detuvo. -Huaisang esta.. algo afectado... el cree que es su culpa, así que no ha salido de su habitación desde la muerte.-

-Entonces vayamos a donde te haz quedado estos días, creo que tenemos mucho que hablar-. Ambos caminaron hacia una choza donde solía quedarse cada vez que visitaba a Mingjue. Los dos se mantenian en silencio, hasta que se sentaron, y el menor se quebró.

-Ge, esto es mi culpa, no de Huaisang- Dijo mientras lagrimas empezaron a correr por su rostro, tomando por sorpresa al Lan, que lo abrazó sin pensarlo, por mero impulso. Si bien eran hermanos jurados, no era común para ellos tener contacto físico comunmente, pero en este momento no parecía importar. -No merezco esto, es todo mi culpa, yo...- dijo el menor, pero fue interrumpido por el Xichen, -No lo es, no digas eso más-, y entonces lo besó.

¿Acaso estaba siendo muy egoista?, se pregunto Lan Xichen, no iba a mentir, muchas veces había pensado en acercarse más al otro, un cierto deseo nunca precisado lo acechaba, y ahora que porfin lo había logrado no era el momento adecuado, no debería hacer esto en este momento, pero no pudo evitarlo, que clase de persona hacia esto.

Entonces con la moral en los suelos, y pensando su disculpa, su beso fue correspondido, dejandolo atonito. Una vez sus labios se separaron vió unos ojos grandes y bellos, pero rojos y con lagrimas, suplicando de cierta forma, pero ocultando rapidamente. -Gege, no tienes que hacer esto por lástima, no es tu obligación hacerme sentir mejor...-.

-No lo hago-, respondió el Lan que lo beso de nueva a cuenta, en un beso prolongado. En este punto su autocontrol se perdió en un abismo. Suaves caricias aparecieron en los hombros del menor, apenas dejando aire para respirar. Guangyao solo se dejó llevar, dejando el mando completamente a su hermano jurado, su mente estaba confusa, un remolino de emociones, nunca pensó que llegarían a estar así.

El mayor fue avanzando más lentamente, despojando de la túnica superior al otro, al no ver oposición, realizó lo mismo con la propia. Sus caricias pronto toparon con una suave y blanca piel, que le estremecía de solo tocarla. Sin controlar sus impulsos, su virilidad se alzó sin miedo alguno, rosando con Meng Yao. -Yo... lo siento  no pude evitarlo... tu ... tu esposa-. Guangyao lo silenció poniendo su dedo en sus labios, y dijo -No nos tocamos desde el día de la boda, ese asunto esta muerto, no dejes morir el presente, no pares en medio de todo- Dijo mientras tomó la mano de Xichen y la coloco sobre su miembro para que notara que también se encontraba erecto.

Revitalizado, sus caricias se volvieron más intensas, entonces, tomo al menor por la cintura y lo cargó, colocando su mano en sus gluteos, sosteniendolos fuermente. Ninguno de los dos sabía como proceder, pero como podía difererir demasiado a una relación normal, así que procedió a estimularlo, hasta que encontró un punto donde Guangyao gimió.

Una vez que supo el punto, cargo al otro y lo coloco en la cama, y lo siguió estimulando. -Por.. Porfavor... entra ya - Dijo Meng Yao sonrojado. Lan Xichen obedeció lo indicado y lo penetró. Fue dificil en un inicio, y el líder Jin, soltó lagrimas por el dolor, pero le dijo que cotinuara. Lentamente fue penetrando más profundo, entonces siguio la segunda estocada, donde localizó el punto exacto. La velocidad fue aumentando, y los gritos de placer borraron las lágrimas.

El líder Lan comenzó a marcar el cuerpo del otro, realmente no sabía si podría volverlo a tener así, era como si el karma le hubiera quitado algo muy importante a cambio de alcanzar todos sus sueños. La melancolía se mezclaba con el placer, hasta desaparecerla por completo en su punto máximo.

Lan Xichen se salió y eyaculó sobre el vientre del otro. Agotados física y emocionalmente ambos se acostaron uno al lado del otro. Meng Yao se acercó y abrazó al mayor y le dijio, -Gracias por siempre hacerme sentir mejor-. a lo que el lan respondió -Gracias por abrirme la puerta al cielo- mientras correspondió su abrazo, quedandose dormidos en la calidez del otro.

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