Más tarde, durante la noche, Yuta me despertó.
-Tae, Tae. Está bien, estoy aquí.
-¿Qué?... ¿Quién?
-Estabas llamando a tu papá, otra vez.
Miré la hora. Eran las tres de la mañana. No me sorprendía.
Más de una vez, cuando se han quedado a dormir, las he despertado en medio de la noche por este sueño recurrente cuyos detalles exactos se desvanecen en cuanto despierto. Sólo me queda una devastadora sensación de pérdida y el vago recuerdo de una casa antigua que no reconozco. Jaemin, Yuta y mamá me han dicho que llamo a papá. Él murió de un ataque al corazón cuando tenía nueve años y todavía lo echo mucho de menos. A lo largo de los años, mamá me llevó a ver varios especialistas en un intento de terminar con esa pesadilla. Me ha hecho beber aceite de lavanda y contar ovejas; probo con técnicas de relajación empezando con mis pies, a través de mi cuerpo. Pero nada sirvió de mucho, porque no es que tenga problemas para dormir, el problema es que me despierto cuando tengo el sueño recurrente y después no puedo volver a dormirme. Lo último que se le ocurrió es la hipnosis. Me espera en la sala mientras la terapeuta me hace dormir y yo tengo una encantadora siesta (o algo parecido). Ya había tenido tres sesiones y parecían estar dando resultado. Hasta esta noche, claro.
-¿Te traigo algo de beber? –ofreció Yuta.
-No. Estoy bien. Lamento haberte despertado. Vuelve a dormir.
Yuta se acomodó de nuevo.
-Quizá, durante todos estos años, estuvimos escuchando mal –dijo Jaemin desde el fondo de su bolsa de dormir, en el suelo-. Quizá creíamos que gritaba ¡papá!, aunque en realidad llamaba a Haneul. En medio de la noche tal vez nos confundíamos.
Tomé mi almohada y la arrojé por encima de mi cabeza.
-Realmente tienes una imaginación híper activa –declaré mientras la almohada aterrizaba sobre su cara-. Llamo a mi padre. Siempre lo hice. Así que olvídate de Haneul. Simplemente es lo que te gustaría.
-Lo que tú digas –y se volteó, dándome la espalda.
Me acurruqué en mi cama. Algo me decía que sin importar cuanto protestara, ni Yuta ni Jaemin abandonarían el tema de Hwan-Jun.
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Esos ojos. 〖TaeTen〗
RomansNuestros ojos se encontrarían, habría conexión. Era nuestro secreto. ¿Cómo pude olvidarlo? Él era mi vida. Una vidente sacude el mundo de Taeyong con una revelación: él conoció a su alma gemela en una vida anterior, pero la muerte los separó. Ambo...