〖CAPÍTULO V〗(1/2)

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—Oh, ¿por qué no lo publicas así se enteran todos? –protesté a la mañana siguiente, mientras me hacía un lugar junto a mis dos amigos, en nuestro café preferido. Quedaba sobre la calle Cheonggyecheon-ro de Marriott Dongdaemun Square. Nos gustaba, tenía un encanto sofisticado,
y quedaba cerca de algunas tiendas con estilo, y muy originales, y un buen número de cafés a los alrededores donde podías encontrarte con otros y ver quién estaba por ahí, y quién estaba con quién.
Jeno, Sicheng y Taeil estaban apretados en el asiento opuesto al nuestro y los había escuchado hablar de mi visita a la adivina cuando entré al café, aunque hicieron silencio en cuanto me aproximé. Había pensado contárselo a mamá más temprano, pero aún antes de emitir sonido me dio un sermón por no botar las cajas de pizza a la basura, y dejar desordenado cuando se fueron los chicos. Por lo general, siempre está de bastante mal humor después de pasarse la noche de guardia en el hospital, así que, claramente, ese no era el momento para tener una conversación amistosa sobre videntes y almas gemelas.

—Hola Taeil –saludé—. ¿Cómo es que no estás en la universidad?

—Visita relámpago, Llegué anoche. Necesitaba lavar mi ropa. Regreso mañana –respondió, mientras me dedicaba una mirada sugestiva-. ¿Qué tal lo que te anunció la adivina? Yo podría ser tu Haneul.

— ¿Y eso por qué? –quise saber.

—Estudié un año Medicina. Haneul era el hijo de un médico.

Un poco se ofendió cuando solté una carcajada.

—Hablando en serio –terció Jeno-. Una vez dieron un programa en televisión sobre la reencarnación y mostraron algunos casos más convincentes.

— ¿Así que en la tele, eh? –respondí-. Entonces debe ser cierto.

Esta vez fue el turno de Jeno de molestarse.

—En el programa estaba una mujer que se había dedicado a investigar sobre el fenómeno de las vidas pasadas –continuó-, y presentó una serie de casos fascinantes. Especialmente con niños. Parece ser que muchos recuerdan sus vidas pasadas pero, después de los cinco años, las borran por completo. Algunos recuerdan lugares y personas que no pueden haber conocido, y cuando constatan los datos, todo concuerda con lo que dicen los chicos.

—Vi ese programa –intervino Jaemin-. Había un niño en la India que insista en que tenía una familia y una tienda en una aldea que no era en la que él había nacido. Finalmente, su familia lo llevó a esa aldea y allí estaba la tienda y la familia, tal como él las había descrito. El chico pudo, incluso, señalar con exactitud los cambios que le habían hecho a la tienda desde que él había muerto. Sabía todo sobre el lugar y de la dueña de la tienda, que por fin aceptó que se trataba de la reencarnación de su difunto esposo.

—Asombroso –reconoció Yuta.

—Una locura. El chico probablemente había leído sobre eso en un periódico, o algo —rechacé—.Y por eso los datos coincidían. Los niños absorben todo lo que les rodea.

­—No le prestes atención. —le dijo Jaemin a Yuta­—. Es un cínico. El programa presentó muchos ejemplos de personas que recordaban cosas vidas pasados que no podían haber sabido. Una mujer joven contó que en su vida anterior la habían enterrado con algunas joyas, y cuando llevó a su familia nueva a buscarlas, las joyas estaban enterradas exactamente donde ella decía.

Puse los ojos en blanco.

—Estoy seguro de que hay una explicación racional para todos esos casos que vieron, pero claro que sería un gran espectáculo, ¿verdad?

—Me desesperas —dijo Jaemin—. De todos modos, se nos ha ocurrido una idea absolutamente brillante.

—Sí— acotó Yuta—-. Pensé en un regalo fantástico para mamá y papá.

Esos ojos. 〖TaeTen〗Where stories live. Discover now