Capítulo 8

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Capitulo 8: Brusco Despertar

Taehyung dejó escapar un gemido suave y lentamente abrió los ojos, sintiéndose muy cálido y relajado para hacer otro intento por despertar. Su visión se aclaró y lo primero que vio fue un rostro cerca del suyo.

Era fácil reconocer a Jungkook, así que ronroneó y se acurrucó más cerca hasta que se puso rígido. Los brazos de Jungkook se cerraron alrededor de su cintura, sosteniéndolo casi posesivamente. Claro que habían estado durmiendo juntos en la cama del castaño durante casi un mes, y por lo general siempre despertaban en unas posiciones menos que inocentes, pero esta mañana fue algo diferente.

Cualquier conocimiento del lenguaje corporal dejó saber a Taehyung que esta mañana su posición tenía un toque de intimidad. La cabeza de Jungkook se inclinaba hacia Taehyung, sus piernas se enredaron en él y sus brazos lo estaban apresando fuertemente. Taehyung se mordió el labio y se acomodó dentro de la trampa de Jungkook cuando un latido sordo golpeó detrás de sus ojos.

Algo sobre una jaqueca como Jungkook lo llamaba. Taehyung nunca había consumido ningún tipo de bebida alcohólica antes, así que prometió que anoche iba a ser su primera y su última. Gimió, presionando su frente contra la de Jungkook.

Se acordó de cuando llegaron a la fiesta, recordaba la alberca; recordó bailar con Jungkook y recordó besarlo...

Un rubor se instaló en las mejillas de Taehyung mientras recordaba el momento casto de afecto que había compartido con Jungkook. Él había llegado a este cuarto su ayuda, lo acostó sobre la cama y había estado tan cerca que pensó que iba a cerrar la distancia por un momento. Casi deseaba que el momento hubiera durado más tiempo, pero no había tenido tanto control sobre su cuerpo, entonces.

—Eres tú, ¿no es así? —susurró, presionando los dedos en el pecho de Jungkook.

—¿Tae? —las pestañas de Jungkook revolotearon y gimió suavemente. Taehyung frunció el ceño mientras el otro hombre se echó hacia atrás y se arqueó en la cama, estirándose mientras gemía—. Mierda. ¿Qué hora es?

—Eres tú, Jungkook.

—¿Hmm? — Jungkook volvió la cabeza hacia Taehyung con los ojos entrecerrados. Este le miraba con sus ojos caramelo, casi triste—. ¿Qué soy yo?

En vez de responder, Taehyung curvó las piernas hacia sí mismo y miró a su regazo, mordiéndose el labio.

—¿Taehyung? — Jungkook insistió, colocando una mano sobre su rodilla.

Taehyung ignoró la mirada de Jungkook. El dolor en su cabeza, el remolino nauseabundo en su estómago, la luz casi cegadora de la habitación... se inclinó hacia adelante, presionando sus labios contra los de Jungkook.

Jungkook se despertó al instante. Hizo un ruido sordo y un chasquido de sus labios producido mientras se separaba haciendo eco a través de la habitación.

El rojo de la cara de Taehyung se profundizó, pero no apartó la mirada. Se quedó mirando insistentemente a Jungkook con el corazón palpitante, mientras esperaba su respuesta. Él no estaba muy contento.

—Debemos irnos — Jungkook murmuró, ya saliendo de la cama—. Irene no nos quiere aquí por mucho tiempo.

Su corazón se rompió y Taehyung contuvo las lágrimas mientras el plástico en su cuello parecía avanzar lentamente hacia el nacimiento del cabello, resistió el deseo de rascarse y asintió con rigidez, balanceando las piernas fuera de la cama después de el.

El camino a casa fue más que incómodo y cuando llegaron por fin, Taehyung se sentía como si fuera a explotar.

—Jungkook, por favor. Estoy enamorado de ti. Dime que me amas, también. No, no, eso suena ridículo. Hum...Kookie... no, no lo llames así. Jungkook, creo que eres mi verdadero amor. No... Eso suena estúpido — Taehyung suspiró y se dejó caer en la cama. Había estado sentado sin hacer nada en la habitación de Jungkook en la parte frontal del espejo, ensayando lo que quería decir.

Maniquí | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora