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Min Yoongi

Estoy apoyado en el cristal del autobús sin inmutarme por los rayos de sol que atraviesan el vidrio y me pegan de lleno en la cara. Me doy cuenta de que mis piernas han empezado a temblar. Saco el móvil de mi bolsillo y reviso con la respiración entrecortada el mensaje que me hizo salir volando de casa. Lo primero que sentí cuando vi el nombre del remitente fue una alegría inmensa: era Jungkook, el cuál me enteré que quedó en coma tras aquel fatídico accidente de coche. Traté de ir a visitarle cuando recuperé las fuerzas, pero Suni me convenció para no hacerlo, ya que decía que él formaba parte de mi doloroso pasado, y que yo no merecía sufrir más. A pesar de que intenté con todas mis fuerzas borrar el contacto de mi teléfono, me resultó imposible, puesto que no era capaz de olvidar los increíbles momentos que habíamos pasado juntos. Y a pesar de que todo fue mi culpa, allí estaba, sonriendo como un estúpido frente a la pantalla, creyendo que todo era de color de rosa. Hasta que leí lo que decía el mensaje:

"¿Quién eres"?

La confusión y el miedo me invadieron repentinamente, y la realidad una vez más, me golpeó con gran fuerza. Casi como un autorreflejo, salí corriendo de mi casa para subirme en este autobús que me dirige al hospital, ya que es el primer sitio que se me ocurrió y donde espero encontrarle. Creo que ya no puedo soportar estar ni un segundo más sin verle. Pensaba que con el tiempo, podría olvidarle, pero ha sido al revés, cada vez estaba más arrepentido y tenía la imperiosa necesidad de volver a tenerle entre mis brazos, de decirle que me comporté de una manera egoísta y de pedirle perdón por todo.

Me quedo con la mirada fija en la pantalla de mi teléfono, esperando recibir una notificación de Jungkook diciendo: "¡Era broma, Hyung! ¿Cómo te va la vida?". Sin embargo eso no pasa y a medida que voy acercándome al hospital, mis nervios van en aumento y mi pulso acelera notablemente. Tras unos minutos, llego a la parada y cuando me bajo, camino titubeante hacia el edificio. Una vez dentro, me acerco a la recepción, donde pregunto más nervioso de lo que me gustaría:

- ¿Está aquí ingresado un paciente llamado Jeon Jungkook?

La recepcionista teclea el nombre en el ordenador y entrecierra los ojos mientras observa la pantalla. Finalmente hace un gesto con la cabeza y se gira hacia mí.

- ¿Es familiar suyo? -dice

- Soy un amigo -respondo secamente

- Habitación 205, tercera planta, al fondo a la derecha -me indica

- Gracias

Intento calmarme e ir tranquilamente, pero mis piernas se mueven por sí solas a un ritmo vertiginoso. Cuando llego al ascensor pulso el botón, pero no llega y presa de los nervios, empiezo a aporrearlo mientras maldigo, lo que hace que la gente de mi alrededor me mire como si estuviera loco. Al final, acabo rindiéndome y subo corriendo por las escaleras. Nunca antes podría haber pensado que iría tan rápido. Una vez en la planta, me dirijo hacia el final del pasillo. Es entonces cuando veo la puerta de la habitación, de su habitación. Dejo caer mi espalda en la pared mientras recobro el aliento. Tengo la sensación de que el corazón se va a salir de mi pecho. No puedo creer que después de más de dos años vaya a volver a verle. Estoy tan cerca de él... Respiro profundamente antes de colocar mi mano sobre el pomo de la puerta, para después abrirla lentamente.

Él está ahí, justo en frente de mí, apoyado sobre sus muletas, contemplando lo que se encuentra en el exterior a través de la ventana, y sin percatarse de mi presencia. Me quedo paralizado, observándole de espaldas, temeroso de dar un paso más, de tomar la palabra.

- Jungkook -me limito a decir con voz temblorosa

Él se gira repentinamente y me mira confuso y asustado. Empiezo a sentir una fuerte presión en el pecho.

Toxic - Yoonkook [HYYH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora