Toxic - Yoonkook [HYYH]

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Min Yoongi

Llega un momento en el que ya no sé ni dónde estoy. Mi visión borrosa y mis torpes pasos hacen que me trastabille y me tropiece con mis propios pies. Finalmente, me precipito al suelo y me quedo tirado en la acera, observando como la botella se escurre de mis dedos y como el poco alcohol que queda dentro de ella se vierte en el suelo. El mareo me impide moverme y tengo unas ganas terribles de vomitar.

Tras unos minutos, me pongo de rodillas a duras penas y gateo hasta que llego a una pared en la que me quedo apoyado. Las luces de los coches que pasan gradualmente me ciegan, y las pocas personas que caminan a estas horas de la noche me observan con pena ante mi patético estado y yo las maldigo sin darme cuenta. Después rebusco en mi bolsillo y saco un cigarrillo y un mechero que compré esta tarde después de visitar a Jungkook. Lo enciendo y contemplo la llama durante unos segundos. Justo en este momento me viene el recuerdo de cuando él me miraba con el ceño fruncido y me lo apagaba de un soplido. Él sabía controlar mis vicios, me hacía creer que podría llegar a ser una buena persona. Sin embargo, ahora no hay nadie que pueda frenarme.

Cierro los ojos, mientras la suave brisa veraniega golpea mi cara. De pronto, noto como alguien me agarra de los hombros, lo que me hace dar un respingo tan grande que acabo en el suelo de nuevo, aunque hago lo imposible por mantener el cigarro en mi boca. Cuando me incorporo, veo a través del humo un rostro borroso que no soy capaz de reconocer en un primer momento.

- Joder, Yoongi. Por fin te encuentro -dice la persona, e identifico al instante su voz: es Suni-. Llevo varias horas buscándote...

- Te has olvidado de usar los honoríficos -la interrumpo, con el dedo en alto

- Vete a la mierda -masculla, quitándome el cigarro, a pesar de mis esfuerzos por evitarlo-. Estaba muy preocupada por tí -acto seguido me analiza por entero y creo ver cómo arruga la nariz y frunce el ceño-. Estás borracho. Creía que eso ya lo habías superado. ¿Qué ha ocurrido? ¿Te encuentras bien?

- Sí, estoy de puta madre -respondo, con una sonrisa irónica

- Anda, vámonos a casa y me cuentas por qué estás así -dice ella, mientras tira de mi muñeca

- Vete tú. Yo no iré a ningún lado -bramo, apartando violentamente su mano

Ella se vuelve a agachar y se queda en silencio unos segundos observándome con preocupación y tristeza. No puedo soportar que la gente me mire así, que sientan pena por mí.

- Yoongi, por favor, cuéntame qué ha pasado -susurra, mientras acaricia mi mejilla con suavidad-. Sabes que puedes confiar en mí y que siempre te apoyaré

El alcohol que lleva mi cuerpo encima no impide que sienta una inmensa punzada en el corazón. Aprieto los párpados, y trato de hablar pero siento que seré incapaz de hacerlo sin que mi voz se quiebre.

- Hoy... He ido a ver Jungkook -murmuro, a duras penas

Suni agacha la cabeza y se pasa las manos por la cara.

- ¿Y cómo estaba? -pregunta

- Él estaba bien. Pero... -me detengo porque noto como los ojos se me llenan de lágrimas-. Apenas se acordaba de mí

Ella me abraza y yo lo único que puedo hacer es llorar lleno de impotencia y rabia.

- Mi pobre Yoongi -musita, e intenta consolarme-. Te dije que no deberías ir a verle -hace una pausa y se queda en silencio unos segundos-. Sé que es muy difícil para ti, pero debes olvidarte de él

- No empieces otra vez -mascullo-. Ya te he dicho que no puedo hacerlo. Simplemente no puedo

- Mira todo lo que él te ha hecho sufrir. Debes pasar página -prosigue ella, y mi furia va creciendo más y más-. Te recuerdo que la primera vez que nos vimos, te encontré en esta misma situación y fui yo quién te ayudó a salir de ella. Joder Yoongi, recuerda que hiciste una locura por su culpa y por suerte pudieron salvarte. No vuelvas a entrar en este maldito agujero negro

- ¡Cállate! -grito-. Él no tiene la culpa. Fui yo el que la cagó. Fui un cobarde y me alejé de él, le abandoné. Ojalá nunca me hubiese peleado con él. Si hubiese estado a su lado, no le habrían atropellado y no habría perdido la memoria

- Y no me habrías conocido -susurra, con tristeza

- Suni... -intento detenerla, pero ella levanta el dedo índice y me deja mudo

- Creía que habíamos conseguido llegar a ser felices

- Fue todo una ilusión -digo, aunque me duela como un cuchillo clavándose hasta el fondo de mi corazón. Contemplar la mirada rota de Suni lo empeora aún más-. Era todo una mentira. Una maldita mentira

- No puedo creer lo que estoy oyendo -puedo notar el temblor de su voz-. Yoongi... Yo te amo

- Yo no -respondo secamente, aunque en realidad todo se desmorona en mi interior-. Ahora vete

- Yoongi, quédate conmigo -prosigue ella-. Sabes que yo nunca te voy a abandonar

- ¿Es que no me has oído? -digo, con frialdad

A Suni se le llenan los ojos de lágrimas, y yo ya no puedo aguantar más, así que me levanto y comienzo a caminar sin rumbo, deseando que ella no me siga, que no haga esto más difícil. Sin embargo, ella corre tras de mí, y me retiene agarrándome con fuerza la muñeca.

- ¡Yoongi, espera! -ruega

Dominado por la furia y el alcohol, le aparto el brazo con violencia y repulsión.

- ¡He dicho que te vayas! -grito

- ¡Escucháme, por favor! -implora ella-. Volvamos a casa. Podemos solucionarlo

Yo me limito a darme la vuelta para apartarme de ella lo antes posible.

- ¡Muy bien, no me volverás a ver! -vocea ella desde lejos-. ¡Al final tenías razón! ¡Eres un cobarde y una persona despreciable!

Me paro en seco, pues he sentido una dolorosa punzada en el corazón. Me giro y contemplo desolado como Suni corre lejos de mí, hasta que llega un punto en el que se fusiona con el horizonte y la pierdo de vista.

Desearía ir tras ella y decirle que me he equivocado, que ella no merecía ser tratada así, que mentía al decir que no la quería, que la quise muchísimo aunque nunca de la manera en la que lo hice con Jungkook. Sé que ella me habría apoyado de todas las maneras y haberla perdido gracias a mi estupidez y egoísmo hace que esté más destrozado aún si cabe. Pero sé que me lo merezco.

En el fondo es lo único que se me da bien: asustarme frente a las adversidades, pensar sólo en mí y hacer daño a las personas que más me importan.

Será mejor que nadie se acerque más a mí o saldrá herido.

"Recuerdo esos días cuando solía estar cansado y perdido.
Esos días en los que me hundía en la desesperación.
Te alejé de mí y evité volver a verte."