Coleccionista de muñecas [sasosaku]

✿Promesa✿

Finalmente el objetivo de la misión se había cumplido, el Kazekage Gaara estaba con vida y podía proteger nuevamente a la aldea de la arena.

Felizmente, Naruto en conjunto con los demás shinobis de Konoha, volvían a casa, sin embargo, no se podía decir lo mismo de la ninja de rosada cabellera. Una y otra vez, las últimas palabras que la abuela Chiyo pronunció antes de su muerte, pasaban por su mente.

Flashback.

Sakura correspondió al toque de su fría mano y no tardó en responder ante la petición de la anciana. 

—Lo que usted quiera.

—Por favor... aprende jutsus prohibidos para que puedas revivir a Sasori, enséñale lo que es la vida y los deleites que ésta trae consigo—espetó con su último aliento— .Una cosa más, Por favor sé fuerte y no dejes que te haga parte de su colección.

Fin del flashback.

—Parte de su colección.— meditó la oji jade unos momentos mientras saltaba sobre las ramas junto a sus demás compañeros — .¿A qué se habrá referido?.

Naruto al sentir que su compañera había emitido cierto ruido al hablar con ella misma volteó a verla.

—Sakura ¿estás bien?, te noto extraña— dijo él mirándola con detención.

—¿Eh?— Sakura rápidamente se incorporó a la realidad tras la pregunta de su compañero de equipo.

—Dime que es lo que te pasa, tú sabes que puedes confiar en mi, ¡de verás!— Sonrió Naruto saltando al mismo tiempo que la muchacha de melena.

La pelirrosa sabía que podía confiar en Naruto, después de todo eran amigos desde hace ya años, sin embargo, una promesa de ese calibre era además de descabellada, peligrosa. Era algo que no debía compartir con nadie. Fingió naturalidad y le sonrió a su amigo de dorada cabellera.

—No es nada Naruto, sólo estoy cansada por la misión, fue agotadora—mintió.

—Vaya, con que es eso...— Naruto observó el horizonte unos momentos— .Esos Akatsuki son realmente fuertes— reflexionó con sus ojos azules perdidos.

—Es cierto, no es algo que podamos tomar a la ligera—espetó la ninja de ojos claros.

No dejaba de imaginar la locura que estaba a punto de hacer por no fallarle a la abuela de Sasori.

—Dime una cosa— intervino el joven de azules ojos— .¿Cómo era Sasori? ¿era fuerte?—muchas preguntas llegaron a su mente.

Sakura miró el cielo recordando a aquél Akatsuki de apariencia joven, ojos miel profundamente sombríos, rojiza cabellera y suaves rasgos.

—Físicamente hablando, se ve como alguien de nuestra edad o un poco mayor—aclaró la oji jade.

Naruto parecía impresionado de lo que su amiga había dicho, después de todo, él se había quedado con la imagen de Hiruko, la marioneta con cola que cubría la real identidad de Sasori.