Coleccionista de muñecas [sasosaku]

¿Primer beso?

—El vendedor aún nos observa. Procura no soltarme.— Musitó Sakura.

—No me digas que hacer.— Sasori desenlazo con solidez su mano.

La palma de la mano del pelirrojo no demoró en volver a su temperatura original. Tan frío como el mismo hielo.

—Fastidioso.— Susurró la pelirrosa.

El titiritero disminuyó su paso y fijó su iris color miel sobre la muchacha.

—¿Acaso deseas tomar mi mano por más tiempo?.— Se mofó Sasori.

—Preferiría que me mates.— Replicó Sakura con osadía.

—Concederé tu deseo.— Sonrió él levemente.

La mirada del apuesto joven se mantenía posada sobre los llamativos ojos de la ninja de Konoha.

—Mujer lujuriosa.— Bromeó frívolamente el marionetista.

—¡¿Qué?!.— Preguntó exaltada la Kunoichi.

A medida que los segundos transcurrían, lentamente su rostro comenzó a ser invadido por un rojo intenso. Hace mucho tiempo no se sentía tan furiosa con una persona.

《¡Es un idiota!, ¡tonto!, no tiene tacto al tratar con una mujer.》Sin poder disminuir la intensa tonalidad de su rostro, la joven mordió sus labios para evitar discutir. Sabía que en aquél lugar no podía provocar un alboroto.

El apático pelirrojo, al ver la desfigurada expresión del rostro de Sakura, emitió una tímida carcajada disfrazando sus blancos dientes con la palma de su mano. Por primera vez, sus ojos fríos y desprovistos de sentimientos, habían demostrado tener vida y brillo. Fue algo nuevo y atípico visto por los claros ojos de la Kunoichi.

La delgada joven con dificultad había logrado ganar la batalla contra la tonalidad de su rostro. Tras ver la escena del maestro de títeres, lo que parecía ser su peor enemigo, volvió a ella. Sus mejillas nuevamente se ruborizaron.

《¿Se está riendo?.》 El expresivo rostro de Sakura evidenció asombro. Rápidamente cubrió sus mejillas para que Sasori no pudiera notar su sofoco.

《¿Siempre tuvo tan agraciada sonrisa?.》 Sakura prosiguió a dar leves golpecitos en sus mejillas.

El ninja renegado detuvo su carcajada volviendo a sus expresiones típicas de indiferencia. Al instante su rostro demostró un claro contraste.

—Estás sonrojada.— Confirmó el pelirrojo.

《¡Al parecer desea matarme ahora!.》Su rostro se tornó de un color más intenso.

—¡No es cierto!.— Contestó nerviosa ella.

《 Qué pésima es mintiendo.》Arqueó una de sus cejas Sasori para emprender camino nuevamente.

Al paso de unos minutos, ambos retornaron a la cabaña. La apariencia rústica de esta se acoplaba de manera óptima al paisaje repleto de vegetación que la rodeaba.

Sin perder tiempo, Sakura se dispuso a poner los implementos sobre un mesón y amarró su cabello. Era hora de cocinar.

—¿Por qué volver a tu cuerpo artificial?.— Cuestionó directamente Sakura mientras sazonaba.

—Porque así no pierdo el tiempo en tonterías como esta.— Replicó secamente el pelirrojo volviendo a su taller.

《Qué carácter, con razón está solo.》Bufó Sakura sin dirigir su mirada a él.

El tiempo fue transcurriendo, el creador de títeres, continuó trabajando incansablemente en su taller. Debía reconstruir su antiguo cuerpo, revivir su concepción de eterna arte. La muchacha de rosada melena deprisa logró preparar lo que comerían.