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02 NAHIA

­—Él no es tan estúpido como para no darse cuenta de que lo acosas —comenta Laura.

Ambas miramos a la misma dirección en el campus de la escuela. ¿Esta demás decir que es lo que miramos? Bueno, lo miramos a él.

—No, él no se ha dado cuenta ni porque literalmente me le he lanzado varias veces en cima —observo que saca de su mochila su flauta y comienza a sacar melodiosas notas con el instrumento.

Honestamente desde donde estábamos no alcanzábamos a escuchar lo que tocaba, pero, me imagino que es algo super lindo. Lo he oído tocar otras veces.

Laura ríe, imagino que ha recordado algunas de esas veces en las que hacia esas cosas super estúpidas cerca de el solo para llamar su atención.

—He recordado que debo llevar mi reporte de la semana al club de medio ambiente —anuncia levantándose de donde nos encontrábamos sentadas. —Estoy cansada ya de todo esto.

—No me digas que ya estas abandonando la misión de salvar el mundo —me burle.

Me miro y sin decir nada más se marchó, según ella no vale explicarme lo mismo todos lo mismo.

Seguí mirando al futuro padre de mis hijos, —si de mis hijos, porque, aunque sea con amenazas de muerte se casara conmigo. Okey, no —seguía tocando la flauta.

Sentía ganas de acercarme como el que no quiere la cosa y escuchar de cerca las notas que lanzaba al aire con sus labios y aquel instrumento de viento.

Lo observe todo lo que resto del receso. Y también lo seguí hasta que vi que entro al aula donde le tocaba clases en ese momento.

Mire mi reloj y observe que tenia solo un minuto para llegar a mi clase, así que corrí como pude, rebase macetas con plantas y zafacones en el pasillo, toda una máster en carreras.

Ya en la puerta de mi aula respire profundo, hale un poco de mi camisa con intención de desarrugarla un poco y di una última respiración, y sin más entre.

El profesor ya estaba sentado en su escritorio manipulando su laptop, levanto su mirada y miro por encima de sus lentes, pero no dijo nada. Con gusto dejé escapar todo el aire en mis pulmones y apresuradamente me dirigí a mi mesa.

Tomas, mi compañero en esta clase me entrego mi parte del trabajo de historia para la semana siguiente.

Después de haber tomado dos buses llegue sana y salva a mi casa, solo un poco despeinada y nada más fuera de lugar.

Saque las llaves de mi mochila y sin querer las deje caer frente a mis pies y fue cuando me percate de que la puerta estaba entreabierta. Recogí mis llaves y empujé con mi pie izquierdo la puerta.

Desde adentro escuche la risa de mama. Había muchas cosas esparcidas en el piso de la sala, blusas, zapatos, pantalones, ropas interiores, y montones de cosas que solo pertenecían a mama. Mas allá de eso, en una esquina detrás del mueble se alcanzaba a ver unas dos maletas de viaje.

Llegue hasta la cocina. De donde se provenía la risa de mama y otra se sumaba.

—Llegue anuncie —ya cuando mama y su amiga Odette, más otra persona más que no había reconocido hasta que asimile que era el hijo de Odette, podían verme.

—¡Mi niña hermosa, has llegado!

Fue lo que dije.

—Mi amor, ella es Odette, no se si la recuerdas —agrego mama.

Sonreí y asentí: —Si hablas todo el tiempo con ella por vídeo llamada.

Odette es la mejor amiga de mama, desde que se conocieron en una año de la universidad y desde siempre han sido inseparables.

Mama se levanto de la silla en la que se encontraba, halo al chico hacia ella y me hiso un ademan para que me acerque. Y lo hice.

—Y este es su hijo, Adrien. Adrien, esta es mi bebe, de la que tanto te hablado esta tarde —sonreí incomoda a lo que él respondió igual. —Ahora sube amor y descansa que Odette tenemos noticias para ti.

Recordando el desastre que divise en la sala ya puedo imaginarme que iba esto. Lo que no imagine fue que me quedaría sola, bueno, no tan sola.


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HELLO! Nuevo capitulo!! 
Espero que lo disfruten.


¿Como enamorarlo?Where stories live. Discover now