Prólogo: El despertar.

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Para Juani,
mi tanguera favorita.

-¡Levántate niña, ya son las ocho, tienes que ordenar todo, hoy tienes una visita muy importante.

Dijo, Eufemia Rowle. Una mujer de apariencia ordinaria con cabello color ceniza y dientes amarillos opacos, con un traje grisáceo y un Sobrero de color rosado pálido con una flor hace muchos años marchita. No era más que una persona soberbia y demasiado avara que solo trataba bien a quienes veía con buena chequera, se volvía su amiga y cuando consentía una falta de dinero, ¡Puff! Desaparecía su amabilidad y se posicionaba su verdadero ser.

Y esta faceta real de aquella señora flacucha y malhumorada la tuvo por muchos años Delphini. Una niña de cabello rubio muy rizado, ojos azules profundos y sonrisa casi demente. -"Una combinación de su padre y madre demasiado equilibrada"-dijo Eufemia una única vez, como cumplido a la niña. Algo que nunca se le olvidaría a aquella jovencita.

Y es que, no pudo conocer a sus padres; solo tenía un par de recuerdos borrosos de ellos, y por más que se esforzara en recordarlos no podía. Cosa que le frustraba demasiado... Aquella niña no tenía nada, bueno, casi nada. A excepción de una fotografía:

Una vez limpiando su cuarto (que no es mucho más  grande que la azotea) encontró un diario viejo de "El profeta" el cual tenía como noticia principal, a su padre. El periódico databa de principios de 1998.
Y al bajar sus ojos del gran título en negrilla que rezaba " EVITE A EL QUE NO DEBE SER NOMBRADO: PASOS PARA EVITAR SER SANCIONADO" (con sancionar se refería a ser asesinado)
Estaba una gran foto de él, y consigo estaba a su izquierda un rubio platinado con soberbia en su mirada y un bastón en su mano.

Dejó de tomar importancia aquel petulante hombre enseguida que vio a la derecha de su padre a una mujer... de cabello negro azabache y rizado, ojos oscuros pero penetrantes. Con el orgullo y el Garbo que solo podría tener una mujer de una familia importante. Sin duda, era ella, su madre. Los dos estaban juntos, ella orgullosa de estar a su lado, y él de lo que estaba haciendo. No importaba qué exactamente, si eran los malos en todo eso... Eran sus padres, y los extrañaba con todo el agujero en su alma.

-Mamá... Papá.

Con lágrimas en los ojos se levantó rápido y tomó unas tijeras, recortó minuciosamente aquella fotografía y la guardó recelosamente por mucho tiempo debajo de su colchón, sacándola en las noches antes de irse a dormir, con la esperanza de soñar con ellos al cerrar sus ojos, al desconectarse de la pesadilla solitaria que tenía de vida.
Sabía que, si la señora Rowle encontraba esa foto, podría destruirla sin piedad. "solo harás que nos metan a Azkaban niña estúpida" diría sin ninguna duda. Y no quería ir a Azkaban, sea lo que fuese, pero tampoco quería separarse de lo único tangible de sus padres. No, no lo permitiría.

Con el paso del tiempo, hizo un pequeño dibujo de ella, un vestido negro con una hermosa varita al lado. Su cabello amarillo como el sol y casi como una operación pegó su obra de arte en la mitad de sus padres, "Ahora es un retrato familiar" -Dijo a sus adentros al ver la foto, con una pequeña lágrima en su mejilla- la guardó en su colchón y salió a hacerle té a la señora Eufemia. ¿Que qué edad tenía? Simple, tan solo diez años.
Ya habían pasado ocho años de aquel día de la creación del retrato, pero no lo había dejado de ver cada noche en todo ese tiempo.

Ahora alguien la esperaba en la sala, por primera vez alguien la visitaba en su vida... No sabía cómo comportarse ni que pensar. Bajó por las escalas con su ropa negra deshilachada, botas negras y uñas mal pintadas... Había un señor muy demacrado, pálido que la veía asombrado.

-Te pareces mucho más a ella de lo que todos pudimos pensar.

Ella no le entendió y lo miró con curiosidad.

-Perdona Delphini, no me he presentado.
-¿Cómo sabe mi nombre?-Dijo extrañada. Ignorando su pregunta se limitó a decir algo que nunca se le olvidaría.
-Soy Rodolphus Lestrange. Soy... Fui el esposo de tu madre. Yo te traje a esta casa, después de su muerte. He escapado de Azkaban y es posible que solo nos veamos esta vez, pero debo de decirte lo que he guardado por muchos años. Delphini, solo tú tienes el poder de traerlos a la vida nuevamente, ese es tu destino.
-¿Con traerlos te refieres a...?
-Sí, revivir a Lord Voldemort y a Bellatrix Black. Crear, una tercera guerra mágica.

-¡Delphi, por Merlín no haz brillado la vajilla de plata como te lo he pedido!

Dijo Eufemia, interrumpiendo aquella dura revelación.

The Other Side ||BellaMort|| ~FanFiction~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora