Miedo

Regie

- Entonces...

- Entonces... - dije también. No estaba de humor para suponer. Ahorita mismo necesitaba que Regie fuera una buena carta.

- No te sientas como mi niñera. Papá piensa que estaré mejor aquí. El niño alfa tiene su vista en mi así que.

- soy tu mejor opción. Genial. Puedo mantener a los cachorros lejos de ti pero no los alientes.

- creo que nos llevaremos bien. Tu necesitas una chica dura que te cuide las espaldas y yo estoy cansada que cuiden de mi.

- Mantén un ojo en Luciana y la pequeña. Vas a conocer que el resto de las chicas no son tan agradables. Rita está empeñada en sacar la perra en mí.

Ella rió sin humor - Papá es grande. Me estoy abriendo. A una desconocida sin ofender y tu estas haciendo lo mismo.

- confías, confío, aún no has visto a los Torres así que aún no puedo provarte.

- No importa que tan rudos o tan bonitos crean ser. Puedo sacarlos del juego y mantenerlos interesados.

- ¿puedes alejarlos?

Ella me da una sonrisa completa - Puedo hacerlo. Nunca han visto un lobo blanco.

- ¿eres un lobo blanco?

Cruzamos la calle y subo la vista para saber exactamente donde estoy.

- eso dicen.

- ¿Sabes cuan especial es eso?

- se que lo sabes. Tu también eres uno y tu hermano. Los torres son lobos negros.

- Supongo que no viniste indefensa.

- Hay que tenerle miedo a las personas correctas. Nosotros somos unas de esas.

- ¿Tienes hambre?

- prepárate para una verdadera demostración de lo mucho que una chica puede comer.

Me reí, eso sonaba bien.