Miedo

Ajá

- ¡Tenía razón! ¡Está buenísimo! - chilló Regie cuando llegamos de la fogata.

- Son lobos. Están buenos. Corren, hacen ejercicio - me quejé acurrucándome en mi cama después de tomar una larga ducha y dejar a todos sin agua caliente.

- ¡Jared, Beth! ¡Jared!

- ¡No digas ese nombre en ésta habitación! - espeté

Estaba tan cansada.

- Beth - me llamó, por lo que abrí los ojos que no sabía que se me habían cerrado.

- Lo siento. ¿Si digo que Jared está bueno puedo dormir?

- no está bueno. Está buenísimo.

- Ajá Regie. Y lo hace bien también, pregúntale a Astrid, quiero dormir.

- Te vi mirándolo - dijo con tono acusatorio, asentí.

- Eva tenía problemas - expliqué.

- ¿Él no sabía que Eva tenía problemas? - preguntó incrédula.

- Porque estaba distraído.

- Ajá, distraído con el lobo blanco.

- claro. Tienes un cuerpo de infarto Reg.

- Gracias pero creo que no fue con éste lobo blanco.

- Regie - lloriqueé.

- Te dejare soñar con Jared. Eso es lo único que puedes hacer por ahora.

Cerré los ojos y agradecí que cerrara la puerta y apagara la luz. Pero los abrí de golpe cuando rebobine las últimas palabras de Regie . ¿Qué quería decir Regie con por ahora?