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Piloto: Matias Rossi, Argentino.

Categoria/as: Tc, SuperTC2000, Top Race.

-¿Estás segura, Abril? Sabemos como se pone Matías cuando pierde-asentí mientras me bajaba de la camioneta de mi novio

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-¿Estás segura, Abril? Sabemos como se pone Matías cuando pierde-asentí mientras me bajaba de la camioneta de mi novio

-Y por que lo conozco sé que necesita hablar, descargarse y no estar solo

Mostré mi pulsera con pase a boxes y subí por el pasacalles seguida de mi suegra.

-Lo único que te digo es que le tengas paciencia. Debe estar histérico-comentaba la madre de mi novio intentando seguir mi paso apresurado entre el mar de camiones y motorhome de los distintos equipos que conformaban el Turismo Carretera

-Solo quiero que sepa que sea el resultado que sea tiene nuestro apoyo. Que esto que le hacen no es su culpa

-¡Milla!-si antes caminaba apurada ahora corrí hacia el mejor amigo de mi novio-¿Mati?

-Esta arriba. Ni el se aguanta-bufo y peino su jopo con la mano-Me mandó a la mierda y preguntó por vos

-Gracias Mati-caminé unos pasos más y llegué a la puerta del motorhome del misil-¿Mati?-hice dos toques y entré

Estaba todo silencioso. El casco estaba tirado sobre la mesa junto a sus guantes y gorra de Corven.

-Mati-lo llamé a la vez que abría la puerta corrediza de la cocina. Nada. Caminé hasta la puerta de la habitación de los chicos y la abrí pero esta también se encontraba solitaria. Caminé un poco más y llegué a la puerta de su habitación. Desde fuera escuchaba sus sollozos.

Suspire intentando no enojarme. Odiaba saber que estaba así por caprichos ajenos. Odiaba que lo perjudicaran por no ser corruptos como ellos y no poder hacer nada. Odiaba estaba situación.

Sin más empuje la puerta encontrandome con un piloto devastado. Llorando sin consuelo, soltando todo el dolor que retuvo durante todo un año.

Me senté a su lado en la cama y pase mi mano por su espalda intentando tranquilizarlo. Aún así su cabeza seguía apoyada en sus brazos flexionados en sus rodillas. Besé su coronilla y lo abracé lo más fuerte que pude. Segundos bastaron para que fuera correspondido. Su rostro se escondió en mi cuello y sus brazos rodearon mi cintura mientras daba leves caricias a su cabello y apoyaba mi barbilla en ella.

-Se que no hay consuelo...-tomé un respiro para buscar las palabras justas-También sé que si no hubieran hecho esa mala sanción el campeón serías vos, amor. Pero sabemos de esta corrupción, sabemos el favoritismo hacia ciertas marcas y sabemos que contra ellos jamás vamos a poder-tomé una bocanada de aire y lágrimas se acumularon en mis ojos. No soportaba escucharlo tan destrozado-Pero.. ¿Sabes también que sé? Sé que los que ganamos fuimos nosotros. La cuatro y los que tenemos la suerte de conocerte somos los que hoy ganamos. Porque sos de los únicos que se esfuerzan día a día por llevar el campeonato a su hinchada, no para él, para sus fanáticos. Sos esa preciosa persona que se esfuerza día a día para darnos una alegría y para complacernos. Ellos son los que no te valoran y no ven el semejante ser humano que se pierden y el piloto, no, ¡Pilotazo! Que dejan ir

-Ya no... no quiero... es todo al pedo...-sorbio mas su nariz y se aferró mas a mi cuerpo

-¿Te cansaste? Si te cansaste esta bien. Corres en otra categoria. Si no queres otra categoría y todas te cansaron nos vamos a Estados Unidos o Europa. Nos vamos a donde quieras. Pero juntos. Porque no pienso dejarte ir como ellos. Sos lo más importante y valioso que tengo como para ser tan tonta como ellos-acaricie su mejilla y mire sus ojos-No quiero verte más así por personas que no valen la pena, amor

-Pero este campeonato era mio.

-Y no se pudo-me encogí de hombros y lo volví a abrazar-No es el fin del mundo, el año que viene tenes otra oportunidad-lo oí suspirar y volver a recomponerse mientras se acomodaba mejor en la cama

-Tenes razón, gorda-en sus labios apareció una sonrisa-No habré ganado adentro de la pista pero afuera, ya gane-eleve una ceja buscando una explicación-Ya gane con la familia que el automovilismo me dio. Te amo Abri-sonreí ampliamente y me tire a sus brazos

-Yo amo verte feliz ¡Animo misil!-ambos soltamos una carcajada, seguramente, recordando esa misma frase que comentaba desde que tengo memoria en sus publicaciones en redes sociales

-Ademas este año me dio experiencias nuevas, enseñanzas y por sobre todo amigos y una novia genial. Que la amo demasiado-me aferre a su cintura mientras escuchaba los latidos de su corazón. Amaba tanto estar así con el

-¿Ah si? Pues, su novio es muy afortunada misil

-No creo, yo soy el afortunado-y con un dulce beso cerramos ese mal día que ambos habíamos tenido.

One Shot AutomovilismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora