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-¡Valen!-Abracé a la galeguaychuense, mujer de un piloto amigo de Mariano.

-Es todo un suceso tenerte por a... ay no.-Su rostro se tornó en una mueca de desagrado-Ahí vienen las divas de las pistas-Y con solo eso sabía que lo mejor era que nos alejaramos de su paso.

-¿Dónde va nuestra amiga? ¿Tiene miedo de que le volvamos a decir las verdades a la cara, Valchu?-Nos frenamos justo antes de poder entrar al box.-Al no verte por acá desde hace meses pensé que Mariano se había rescatado del bicho con el que estaba y había vuelto con Karen. Pero veo que no.

-Pensaste mal, una pena que ni para el chisme te sirva esa cabecita, Emilia.

-Pero mira-Emilia quien antes era íntima amiga de Valen, se rió a la par de la mujer del Pato Silva-Tiene que defenderte la trepa de tu amiguita, ¿Vos solita no podes?

-No, pero tengo más clase que vos, no me rebajo a tu altura. Yo vengo al autódromo a alentar a mi marido, no a estar pendiente de las demás mujeres.

-¿Tu marido? Que yo sepa hasta le debe pesar a Marian pedirte algo así, hace un año que están juntos... oh no, no sabemos si no están desde antes que se casara con Karen... y todavía siguen de noviecitos.

-No necesito de un papel y un anillo para estar segura de mi relación y del amor que me tiene Mariano...

Cuando la loca iba a responder llegó Mauro para pasar un brazo sobre los hombros de su prometida-¿Otra vez estos caranchos viejos molestandolas? Se nota que en sus boxes no las saben atender bien que tienen que salir a joder.-Solté una carcajada saludando a Mauro con otro abrazo mientras las dos se iban y Valen chocaba los cinco con nosotros.

-Ya me veía venir esos comentarios -Suspiré viendo a lo lejos cómo el TC pista entraba a sus boxes.




Y no sólo la presencia de esas mujeres arruinaron mi día, el viernes la actividad fue suspendida por las fuertes ráfagas de viento que hasta hacían que los boxes intentaran soltarse de las estructuras que los mantenían en el suelo. El sábado en los entrenamientos, los dos pilotos que tenían las mismas posibilidades de consagrarse campeones se ubicaban en el primer y segundo puesto mientras que Mariano se tenía que conformar con un mal puesto catorce. El domingo, la tensión era evidente, la preocupación se reflejaba en las caras de cada miembro del equipo y Mariano por la noche no había podido descansar bien, transmitiendome mal humor y un poco de cansancio, que dejé de lado cuando noté en sus ojos cómo se sentía por dentro. Para la hora de la largada ya nuestras esperanzas no estaban tan intactas como al comienzo de este fin de semana.

-¿Estás bien?-Negué pero asentí también-¿Como así?

-No soy especialista en esto pero sus caras-Señalé al equipo-Lo dicen todo.

-Mariano sabe correr, hacer e inventar sus propias maniobras y estrategias. Nunca hay que confiarse en esto, salvo que estes muy complicado como mi novio-Justina fingió secarse las lágrimas por los malos puestos en los que estaba el Uruguayo Mauri.-Pero tranquila, no sé como hacen, pero siempre esconden algún truco.

-Eso espero-fue lo último que dije antes de ponerle mi total atención a lo que segundos después era la largada de la última carrera del año.


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Sonreí intentando no aportar más vibra negativa al momento, pero el desánimo que había en el Gabriel Werner Competición era notable desde a kilómetros, para colmo, el box del campeón lo teníamos a nuestro lado, escuchando sus festejos a segundos de que la bandera a cuadros bajara. 

-La próxima será-Su agarre de mi cintura se deshizo cuando llegaron "sus chicos" para también abrazarlo. Después de entrevistas y palabras de consuelo de los periodistas y mismos hinchas llegó el triste final del día. Volver con la cabeza gacha y con el pensamiento de que en esos mismos momentos podríamos estar festejando.

Escuchar otra vez un suspiro rompiendo el incómodo silencio que se hizo desde hace unas horas en el auto me hizo llevar mi mano a su hombro.

-Frená un poco-Me miró confundido-Frená, dale tirate a la banquina.

-Estamos en medio de la nada, amor.  Cuando lleguemos a la estación.-Respondió sin sacar la vista de la ruta.

-Para o pongo el freno de manos.-Deje el termo de lado y lo miré fijo cuando se estacionó, si no quería que provocase un accidente por la velocidad a la que íbamos le convenía hacerlo.-Yo sé que es duro y que no te lo merecías, pero así es el deporte y la vida. Si todavía no llega ese éxito por algo es, algo mejor puede estar por llegar o simplemente no es tu momento. Los hombres exitosos se hacen gracias a muchas caídas y derrotas superadas, que se pone de pie y sigue luchando para conseguirlo. Así que saca esa cara de culo y empeza a pensar en el año que viene, confío en vos, tu talento y tu perseverancia.-Sonrió enternecido y ladeó su cabeza descansando en mi mano, acaricié con mi pulgar esa zona y me acerqué a besar levemente sus labios.-Ahora si podes arrancar, que nos espera la nueva casa y tus gurises en Paraná.

-Te amo.-Susurró suave con sus preciosos ojos celestes vidriosos, acompañados de esa tierna y humilde sonrisa suya.

Casi sincronizadamente suspiramos, a pesar de todo las expectativas no habían terminado con la última carrera, en nuestra tierra de origen nos esperaba un pequeño loft listo para ser la primer vivienda que compartiríamos juntos


Y un año después al parecer mis palabras habían resultado ciertas, con un gusto amargo las primeras carreras por las descalificaciones y sanciones recibidas, con llantos pero mucho esfuerzo, la tan anhelada copa por Mariano llegó. 

Dejé a nuestro perro, que por decisión compartida decidimos adoptarlo en reemplazo del bebé que tanto nos pedía mi suegro, en el suelo y al pie de las escaleras nuestras maletas, mientras mi novio dejaba la copa de oro en la vitrina que había enviado a hacer especialmente para ella.

Cuando escuché un gemido de dolor de su parte argumentando que se había cortado con el vidrio corrí a su lado.

-¿Estás b...?-Mi duda quedó al aire al ver que entre sus manos había algo rojo sí, pero no precisamente lo que esperaba.

Una caja de terciopelo rojo, la abrió dejando ver un simple y fino anillo como una alianza con un pequeño diamante arriba.

-Hace un año te prometí que si salía campeón nos casábamos, creo que con tres categorías ganadas es una señal de que es el momento.-Una risita se escapó a la vez que llevaba mis manos emocionadas, sus ojos brillaban supongo que por la emoción igual que los míos.-Y lo mío son los autos no el romanticismo pero... ¿Te querés casar conmigo, mi amor?

Ahora ya llorando totalmente emocionada me tiré a sus brazos, dándole un cálido beso como respuesta. Respiré profundo cuando sentí a aquel anillo descansar en mi dedo anular, un excelente año laboral, mi novio campeón y nos acabábamos de comprometer. Pero eso ya era otra historia, ahora sólo nos restaba comenzar a disfrutar de que por fin nuestro pasado dejaba de atormentarnos y dedicarnos a vivir plenamente el presente y futuro que ambos estábamos comenzando a crear, nosotros y bueno... una pequeña sorpresita en mi vientre que nos enteraríamos días después.



°°°°

Meses después pude terminar este OS, no lograba escribir con el mal sabor que nos quedó a los hinchas de Ford, de Mariano y Paranaenses como yo, en Diciembre. Y aunque en estos momentos estoy igual o peor por la descalificación de esta primera fecha, no puedo evitar volver a ilusionarme con un buen año.


Espero y les guste.

One Shot AutomovilismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora