Amor Eterno

Capitulo 24

En esos momentos salió alguien de la casa.

Eduardo!-grito

Era su hermano Christian. Christian inmediatamente bajo las escalera para ver con quien andaba su hermano.

Hola Christian.-dije.

Hola, te conozco?-preguntó confundido.

Soy Erika, ya no me recuerdas?-dije sonriendo.

Erika!, que agradable sorpresa. Haz cambiado mucho, estas bella.-dijo un poco asombrado.

Luego de platicar un poco con Christian este se despidió y subió a la casa dejándome sola con Eduardo.

Tanto he cambiado?-le pregunte a Eduardo.

Si, un poco, bueno es que éramos adolescentes para aquel entonces, uno cambia pero a ti te vino bien, estas hermosa.-contesto

Yo simplemente sonreí, ya era tarde y me debía ir. Eduardo se despidió con un beso en la mejilla y se bajó del auto. Mientras me dirigía a mi casa encendí la radio ya que iba sola y había mucho silencio. Empece a cambiar de estaciones hasta que encontré una canción que me gustó.. En par de minutos ya había llegado a mi casa, puse mi celular a cargar y me acosté a dormir. La alarma sonó a las cinco y cuarenta y cinco como siempre. Me levanté con una pesadez terrible. No tenía ganas de nada ni de desayunar si quiera. Me vestí y mientras me arreglaba el cabello sonó mi celular.

Hola-dije desanimada.

Amiga! Pensé que no te encontraría-dijo una voz al otro lado de la línea.

Era Natalia, hacia tantos años que no hablaba con ella. Solíamos ser inseparables.

Natalia, que gusto escucharte!-dije emocionada.

Hace tanto que no se de ti. Cuéntame como está tu bebé Arturo me dijo que estabas embarazada.

Natalia, yo perdí la criatura.- dije con voz entrecortada y lágrimas en mis ojos.

Perdóname Erika, no sabía lo sucedido. No te quise incomodar.-dijo ella triste.

Hablamos un poco de todo pero para darnos más detalles de las cosas quedamos en vernos esa tarde. Me despedí de ella y me dirigí al trabajo. Sabía que Alexis me intentaría dar una explicación de lo que pasó la noche antes, esperaba ser lo suficientemente fuerte como para olvidarlo ya que sabía que lo nuestro no funcionaria. Mil pensamientos pasaban por mi mente mientras me dirigía a la oficina. Subí el ascensor y justo cuando salía de el me encontré con Alexis frente a frente.

Tenemos que hablar.-me dijo sin ni siquiera darme los buenos días.

No hay nada que hablar.-dije molesta.

Ven a mi oficina, es una orden.- dijo alejándose.

Lo seguí hasta llegar a su oficina. Yo me quede parada allí observándolo mientras el se sentaba y organizaba sus papeles.

Que quieres?-pregunte molesta.

Saber porque te fuiste anoche sin decirme nada.-dijo

Yo no te tengo que dar explicaciones, como me dijiste una vez yo sólo soy tu empleada y tu mi jefe.-conteste

A que juegas?-pregunto sin desviar su mirada.

A que juego? A que juegas tu?-conteste molesta.

Explícate-dijo intrigado

Explícame tu a mi! Porque te pasas diciéndome palabras bonitas y confesándome amor mientras estas con otra? O me vas a negar lo de anoche?-dije enojada y sarcástica.

Antes que el pudiera contestar sonó mi celular e inmediatamente salí de la oficina a contestarlo.