El mundo se detuvo para no ser el mismo nunca mas...

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*** Este relato cuenta como llegó a mi vida mi hijo, mi enano, mi vida. Fue escrito para este mismo tiempo, hace dos años ( septiembre 2010) cuando se acercaba su cumpleaños número dos***

Porque aquella semana comenzó el 21 con los Caciques de Jayuya jugando en Camuy. Un juego no apto para cardiacos, toda la familia dijo presente y nosotros brincamos y saltamos de principio a fin. Los primeros días de esa semana cayeron lluvias que dejaron inundaciones a través de toda la isla, y yo... nada, aún en la espera. La UPR suspendió clases y labores... Llegó el Grito de Lares y yo igualita... sigue la espera. El 25 sería la fecha, "Llega temprano" me dijo Acosta. Aquel miércoles 24 el día fue eterno, cita en el Dr. compras de último momento, ansias, lágrimas, casi no pude dormir, hable mucho con Dios esa noche, desperté más de 6 veces. Cuando aquel reloj sonó a las 4:00 am, mis ansias aumentaron, no podía creer que el tiempo pasara así de rápido. "NO IVU" era la portada de El Nuevo Día... jueves 25 de septiembre de 2008. Vestía camisa amarilla y mahón largo. Subí relajada, sabía que todo saldría bien, aunque sospechaba que sería un camino largo... y así fue. Teníamos la sala de espera llena... Yavier fue bien amado desde antes de nacer: mamá, papá, abuelo Panchy, abuela Nyra, abuelo Berto, abuela Wandy, titi Nicole, tío Jossie, titi Xamy(+ Derek), tío Javier, titi Carmita, El Negrito, madrina Mirelys, y titi Ileana por teléfono... todos ansiosos! Aun recuerdo los mensajes de texto! Como olvidar aquel: tengo hambre! Pasaron 12 horas y aun nada... Mi bebé estaba demasiado cómodo para salir. Al pico de la medianoche comenzó lo difícil; las contracciones eran mas rápidas, el dolor más fuerte, la espera más larga y el desespero se asomaba. Aún recuerdo esas horas, llegó el momento que sentía que no podía más, pero tengo que agradecer que tuve la dicha de tener una personas que de una manera u otra me dijeron: "Cálmate, tranquila, que sin ti, el no puede salir". La luz del sol se asomaba por las ventanas de Puerto Rico, cuando sentí algo fuerte: "Busca a Acosta que acabo tocar su cabeza", grité con fuerza. Todo fue rápido, en menos de 30 segundos ya estaba en el llamado Delivery Room... Y con la ayuda de mi fabuloso doctor, Luis A. Acosta, tuve la dicha de traer al mundo a mi pequeño gran tesoro... Yavier Alberto Rosario Rivera; quien vio la luz el 26 de septiembre de 2008, a las 6:08 am. Llegaron lágrimas de alegría, y ese día, en ese instante, el mundo se detuvo por un momento para seguir y no volver a ser el mismo nunca más. Era un niño perfecto, de 7lbs y 10.5 onzas y 21.5 pulgadas de largo. Tuve mi celular en la mano en todo momento... y a las mismas 6:08 hice la gran llamada: "Ya mami! Todo está bien" Mensajes a Ileana y a Ivancito anunciaban que Yavier había llegado a nuestras vidas. Horas más tarde ya estornudaba como su mami.  

Gracias. A todos los que fueron parte de ese proceso, gracias, creo que nunca olvidare los detalles de todos esos días... Van dos años y siento que estoy de parto nuevamente. La alegría, las ansias, la emoción se sigue apoderando de mí. Hay mas experiencias, mas vivencias, mas para recordar y cada día es aun más maravilloso que el anterior. Ya van dos años desde aquel momento, dos años espectaculares, emotivos, de aprendizaje, de un viaje que no tiene fin. Mi bebé hombrecito me cambia la vida, me mejora los días y me hace feliz a diario. No hay palabras que expliquen esa dicha. Su sonrisa cambia todo, su voz me roba el corazón y sus manos tienen la ternura más grande del mundo. Su cercanía a mí, hace que mi mundo se vea mejor cada día, ese "mami, tu y yo" me hace ver que cada día crece un poco más, que hace más tiempo lo tengo en mi vida y que hace que el mundo sea otro; porque como dije... ese 26 de septiembre de 2008 el mundo se detuvo por un momento para seguir y no volver a ser el mismo nunca más.

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