Nacimos de una grandeza llamada mujer. Mujer que sacrificó un sinnúmero de situaciones para que estemos aquí, y más allá de eso, ha sacrificado su vida entera por mantenernos aquí. Aunque seamos identificadas socialmente como el sexo débil, definitivamente, ser mujer no es tarea fácil. Se supone que de niñas estemos siempre impecables, el lazo en su sitio, la falda en su lugar y la blusa limpia... como si esto fuera ley de vida. De adolescentes, el desarrollo nunca es fácil, un día te levantas y te das cuenta que algo es notable a través de tu camisa, que comienza un proceso que durará toda la vida, y que a su vez, los niños comienzan a mirarte diferente y las madres orgullosas a vociferar que a sus pequeñas "les cantó el gallo". En todas las etapas, ser mujer es más complejo. Ni hablar de la juventud y la adultez, donde un hombre que lucha es llamado asertivo y la mujer es llamada insistente; cuando el demuestra su hombría con cada conquista y nosotras nos convertimos en fáciles; y el con canas, interesante, nosotras, viejas... Esto y mucho más, sucede porque nosotras lo permitimos y lo sustentamos.
Nacimos mujeres, para ser bendecidas, nacimos mujeres, porque podemos soportarlo, nacimos mujeres, porque somos capaces de luchar, porque tenemos la fuerza, la perseverancia, el empeño y el deseo de ser las mejores mujeres que podamos. Contra nosotras hay una cultura creada por hombres, pero tenemos lo necesario para incluir nuestra vida en ella... solo hay que desearlo. Somos dichosas, triunfadoras, maravillosas por naturaleza... nacimos mujeres, porque nos merecemos esa bendición. A ti, que eres mujer, vive, sueña, ama, lucha incansablemente, y nunca permitas que tus actos se repriman por la sociedad, nunca te dejes menospreciar, jamás permitas que te humillen... Levántate y mira por tu ventana dispuesta a asumir tu rol... el de mujer a tiempo completo...
En este mes de la mujer, date cuenta, que la única razón por la que no dominamos el mundo, es porque no nos lo permitimos a nosotras mismas. Enorgullécete, porque eres, hija, sobrina, nieta, ahijada, hermana, tía... simplemente porque eres MUJER!
