Contigo aprendí...

131 0 0
                                    

He leído varias veces el: "todo pasa por algo, y otras cosas por algo no pasan". Tan fácil leerlo como decirlo, pero, ¿cómo callas esa voz interna que se repite una y otra vez, por qué no pasó? ¿Cuántas veces l@ tuviste tan cerca que casi podías acariciar la sensación de triunfo, de lograrlo, de disfrutarlo? Así de muchas da vuelta la constante del porque no en tu cabeza.  

Decimos que los seres humanos actuamos por instinto y por impulso, y olvidamos mencionar que muchas veces actuamos por análisis, por miedos, por temores, por inseguridades y por costumbre. A veces todo esto se suma y da una respuesta al ¿Por qué no pasó? Nunca es fácil asimilarla. Genera sentimientos encontrados el saber que existe una opción que no ha de complacerte. No puede complacer una respuesta que batalla con tantos momentos que te hacían pensar que si. No hay mejor memoria en la cabeza que todas esas imágenes que van pasando recordándote momentos en que solo un si era posible. A lo mejor se vive pensando en otra oportunidad, no en regresar y detener el tiempo, pues regresar es perder todo lo vivido, lo aprendido, sino más bien en tener una vez más el momento oportuno, en el lugar menos pensado, con la conversación más perfecta. No se necesita mucho más.  

Volvemos a ese "todo pasa por algo..." y una voz nace expresando: "Si, todo pasa por algo, porque ese algo fue lo que aprendí". "Contigo aprendí que hay fibras que se creían muertas, y no lo están. Aprendí que me puedo dar permiso, que no hay porqué callar todas los ruidos que dan vueltas en la cabeza, aprendí que no puedo analizarlo todo, que no todo en la vida se planifica; contigo aprendí a esperar lo inesperado, a reírme otra vez, a ser la yo que nunca debí dejar de ser. Contigo aprendí que las cargas que llevamos se hacen livianas ante los buenos momentos, pero nunca dejan de estar ahí. Me enseñaste que así como hay oportunidades que llegan en el momento preciso hay otras que llegan en el momento equivocado, que solo el tiempo siempre nos explica porqué. Probablemente hoy no sepas que papel eres en mi vida, si el pasado que nunca fue, el presente que me acompaña o el futuro que no seremos, más te estaré eternamente agradecida porque contigo todo es tal cual fue, sin una base, si un plan, sin un futuro pero siempre con una historia. Contigo aprendí que las cosas fueron como debían ser, platónicas, sin un principio, sin un final, casi inexistentes, como irreales, más sin embargo así de perfectas"

Escritos de una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora