Capítulo Doce

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Hay oraciones que no necesitan de un sujeto o un predicado para ser dichas. Hay sustantivos y adjetivos. Hay pensamientos sin lenguaje articulado.

Para aclarar esto, Harry utilizaba la lingüística que tanto le gustaba para comprar las cosas últimamente.

Harry decía que Bart's Inc era una conjunción, un nexo, una categoría gramatical carente de sentido pero enlazaba una construcción. Esta construcción, según Harry, era el castaño de ojos azules que le había robado una parte de su cerebro.

Harry siguió visitando Bart’s Inc las siguientes semanas, con la esperanza de toparse con el bello oji-azul.

Hasta que un día, la suerte de Harry se encendió y le dio una razón para respirar sin tranquilidad.

El pequeño Harry salió de la universidad colmado de estrés. Sus parciales vendrían otra vez y no quería estudiar.

Siguió el mismo camino de siempre y llegó a su amado restaurante. Pidió lo mismo de siempre y puso todos sus apuntes en la mesa.

Apuntes desparramados, con impresiones a color para entender mejor. Dibujos, flechas, cuadros y títulos se veían por todo el recuadro de madera.

Harry empezó a recitar y copiar la historia de la economía en la Grecia Antigua cuando su platillo llegó, pero no llego solo. Iba acompañado de un castaño con una sonrisa hermosa.

- Hola Harry, aquí está tu especial del día.- Louis dejó un plato lleno de pequeñas tortas de queso con champiñones y tomate, con una salsa de chile encima.- Parece desayuno, pero no lo es. Es un platillo que aprendí en el sur de Irlanda. Y de tomar te traigo un rico batido de piña con papaya y fresa.

Harry no sabía si estaba a punto de tener un ataque de hiperventilación o un desmayo.

¡Recordó su nombre!

- Gracias, señor.- Harry se sonrojo y Louis se hecho a reír fuertemente.

- Diablos, no me digas señor. Me haces sentir viejo.- Louis dijo y agarró una hoja de la mesa.- “La gran historia de la economía en la Grecia Antigua, narrado por Harry Styles”, ¿Estás en la universidad?

Harry lo vió asustado dejando de lado su batido.- Sí, es mi primer año.

- Te ves muy joven, ¿Cuántos años tienes?

- Tengo 16, y sí, soy muy joven.- Harry dijo antes de darle un mordisco a su comida.

- ¡Dios! Eres un bebé, ¿Cómo pueden acceder las universidades a tener gente a tan temprana edad?

- Cuando eres casi un genio, te dejan entrar temprano.- Harry susurró y Louis sonrió más ampliamente.- Digo, no es que sea un genio, fueron mis notas las que me permitieron entrar, y el hecho de mi escuela y que me gustaba mucho lo que estudiaba, aunque ahora ya no tanto.

Louis se quedó anonadado viendo al chico frente a él. Tierno. Lindo.

Harry dejó de hablar cuando se dio cuenta que el mayor no le prestaba nada de atención.

- ¿Y estás estudiando para ser contador o economista?- Louis soltó la pregunta para seguir charlando con el rizado.

- Auditor público, creo.

- No suenas muy seguro.

- ¿Usted no debería estar cocinando?- Harry dijo y luego se arrepintió.

- No me trates de usted, y sí, pero, a estas horas no vienen muchas personas.- Louis se levantó y le dio una inclinación de cabeza.- Estudia bastante Harry, la universidad no se ganará por si sola.

Y dicho esto se dio media vuelta y se fue.

Harry se quedó viendo el título de su libro como por cinco minutos.

La cago.

Pero al menos había visto y hablado con el castaño.

Flightless BirdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora