C. 2

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[ ¿Esperar mucho tiempo fue nuestro error? ]



Tick-Tack Tick-Tack
Era lo único que ellos oían.
Todos se habían ido ya, pero ellos no podían, estaban castigados. A su frente, leyendo un libro cualquiera, el profesor de turno los vigilaba.

—Am.. Profesor Kim, ¿puedo ir al baño? — Wheein levantó la mano.

El docente alzó la vista y acomodó sus lentes. —No.

—Por favor, enserio necesito ir —insistió.

Miró el rejor en la pared y suspiró, aún faltaba una hora para que se vayan. —Vaya rápido y regrese del mismo modo. —permitió.

—¡Gracias! ¡Es el mejor! —se levantó y tomó la mano de su amiga —¡Vamos Hye!

—Señorita, sólo usted.

—Pero... —puchereó.

—Iremos rápido y volveremos del mismo modo, por favor —insistió la rubia.

—Si en diez minutos no están aquí, iré por ustedes y se ganarán una detención mañana.

—¡Yay! ¡Gracias, lo amamos! —gritaron al unísono como si fueran gemelas y salieron del aula. El docente siguió leyendo del libro.

—Qué estafa —se quejó Jimin —Profesor Kim — alzó la mano y el castaño lo miró —¿Puedo ir al baño también?

—Claro.

—¡Genial! —se levantó emocionado y tomó la mano de Taehyung.

—En cuanto sus compañeras regresen.

—¡Qué estafa! —se quejó.

—O puede aguantarse hasta que la hora termine, como quiera —dijo en un tono más duro, dando aviso de que no aguantaría un berrinche.

Jimin se sentó y abultó sus labio.
Taehyung rió bajo.
—Siempre quieres hacer todo a tu manera —susurró —si querías ir, sólo lo hubieras pedido antes que ellas.

—Me dieron ganas cuando ellas fueron.

—Buenas... —otro chico entró al aula, llamando la atención del trío.

—Jeon Jungkook —leyó el profesor en la libreta del castigo. —Una hora tarde, ¿Dónde estaba? Se acaba de ganar una hora de castigo para mañana —anotó.

—Ay, me perdí en la sala de arte. —fue hasta un asiento.

El docente alzó una ceja —¿Qué hacía en la sala de arte?

—Sólo pasé por ahí —se alzó de hombros.

—Bue-

—¡¡Aaaaaaahhhhhh!! —su regaño fue interrumpido cuando Hyejin y Wheein entraron al salón y cerraron la puerta de forma precipitada, apoyándo sus espaldas en ella luego.

—¡¿Pero a ustedes qué les pasa?! ¡Casi me da un infarto! —se levantó — Se tomaron demasiado literal lo de venir rápido.

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