C. 26

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[ Cada uno eligió donde quiere estar]

[ Todos están donde deben estar ]





Era sólo una luz, la vida de Jimin dependía sólo de una luz ajena, la propia ya no brillaba. Lo notó cuando poco a poco, éste iba palideciendo ante el contacto con ese cuerpo, el mismo dueño de la luz.

Hoseok había llegado, ese era el lugar que eligió.
Jimin sujetó su mano y la de Moonbyul, ese era el lugar que eligió.
Él sólo observaba, otra vez de primera mano, el fallecimiento de su querido ser.
¿Él había elegido ese lugar?

Jung miró a su costado, Jimin hacía lo posible por mantenerse de pie, pero en sus ojos se veía el fin. Más atrás, observó el rostro de Yoongi, afligido, herido, inservible, en pleno dolor, esos eran los sentimientos que podía sentir en él. Jimin tenía amigos, gente que lo queria, seres que lo esperaban, tenía una vida aquí, ¿qué tenía él? Realmente ni siquiera sentía apego verdadero por su propia familia, algo normal, ya que no era realmente su familia. Sonrió ante el pensamiento que recorrió su mente y volvió a mirar al pelinegro, llamando su atención.
Park viró su vista cansada hacia él

— Sólo hay tres oportunidades en la vida, pase lo que pase después de ésto, usa la tuya sabiamente y vive la vida que desees.— Jimin no entendió, pero poco a poco fue sintiendo más energía.

¿Lo harás?

Byul preguntó a Jung.

— Lo haré. — cerró sus ojos y sonrió. — Estoy listo, ya puedes despertar.

En cuanto toda luz se apagó, los ojos de MoonByul se abrieron, Yoongi dio un paso hacia atrás con miedo y el cuerpo que ya no poseía luz, cayó al suelo.
Ella había despertado.
Él había muerto.








— Si esto sale mal y vuelves, serás un paria, un inútil que sólo nos ilusionó con una vida mejor por la necesidad de ser idolatrado.

— No saldrá mal.

— Eso no lo sabes.

— Yongsun, si algo sale mal, me abstendré a los castigos, pero dentro de mí, siempre sabré que fui el único que intentó cambiar las cosas, ese sentimiento hace sentir que valió la pena cada sacrificio.
Dejé todo atrás por esto, va a funcionar.

— ¿Cuándo comenzarás?

— Jungkook no tarda en llegar. — observó el paisaje, la brisa movía sus mechones y él la sentía, cerró los ojos disfrutando de la sensación que el ambiente vivo le brindaba.

— ¿Por qué lo esperas? — esta vez, Taehyung habló. Ya no estaba atado, pero sí estaba siendo sujetado por Yongsun, sentados en la banca de ese parque. — Dijiste que no le harías daño.

— Sólo quiero despedirme — lo miró — Te dije que no somos los malos, pero insistes en vernos así. — pronunció casi molesto.

— ¿De qué otro modo podría verlos? Sus acciones egoístas destruyeron a las personas, la vida que conocía y amaba ya no está, todo el mundo aquí enloqueció, se comen entre ellos, matan para sobrevivir, han creando un caos desde que llegaron a este lugar.

Seokjin rió con ironía — Ustedes, los humanos, llevan haciendo eso por años, ¿y vienes a juzgarme a mi o a mi gente? Se creyeron seres divinos e intocables durante siglos y ahora que perdieron todo poder tiemblan, temen y odian al poder superior. Estuvieron viviendo libremente sus vidas como si no tuvieran que dar algo a cambio, porque daban por hecho que todo era regalado y así sería siempre — se acercó a él — Querido Taehyung, ¿qué relevancia tendría para ti si arruinaramos el mundo que ustedes ya habían destruido con su sola precencia?

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