Los Otros

C. 16

—¡Basta! ¡Termina con este juego ahora! —Jungkook sujetó fuerte los hombros de Taehyung.

—¡¿Terminar con qué?! —se asustó. —¡Te juro que no lo hago a propósito!

—No a ti, a él.

—Oh.

—¿Por qué no lo nombras para que aparezca de este lado?, te aseguro que le voy a dar tremenda paliza —comentó Min.

—Ni pensarlo, no sabes lo que pides —soltó a Taehyung y miró al peligris.

—Sí, qué lo sueltes así le doy una paliza.

Jungkook soltó una risa seca — no das la talla.

—Ah, pero tu no estás pidiendo que te golpeé, me lo estás rogando. —sujetó el cuello de Jungkook y amenazó con el puño.

—¡Ya basta! —Jimin los separó. — pelear entre nosotros es absurdo. Seguir comportandonos como personajes de película es absurdo. Tengo sueño, tengo hambre, no logro unir ideas así y sus gritos de gata en celo no me ayudan. Dejen de medir sus penes para ver quién es más machito y empiecen a pensar con la cabeza de arriba, basta de arrebatos. —miró a Yoongi —basta de arrebatos —lo alejó un poco más del pelirrojo y miró a éste —Y ya basta de provocaciones inútiles. Por si no lo notaron, estamos viviendo una mierda ahora mismo cómo para que sigan embarrado esto. —se dejó caer en el sillón, cansado —estoy harto, harto... —cubrió su cara y comenzó a llorar.

—Jimin... Perdona, tienes razón... —Min se sentó a su lado y lo trajo a él en un abrazo. Miró a Jungkook — Vamos a dormir un poco.

—... Sí. —se volteó a mirar a Taehyung. — será mejor que duermas un poco.

—... No puedo... Muero de hambre. —habló bajo, mordió su labio, pues en cualquier momento comenzaría a llorar otra vez.

—Te prepararé algo, sólo vuelve a la habitación y descansa. —se acercó, acariciando sus brazos.

—No quiero dejar a Jimin solo. —bajó la mirada.

—Él está con Min, él está bien...

—... No quiero estar solo. —posó su mano sobre la de Jungkook y lo miró — estaré perdido...

—Tae...

—Perdón...

—No, perdoname tú a mi, perdóname por todo —lo abrazó, acariciando sus cabellos. —vamos a cocinarte algo y después a dormir.

—Sí...

Hyejin observaba desde la esquina cómo la mujer rubia Terminaba de comer al gato de su amiga.

—Y así fue cómo llegué aquí —concluyó la mujer, lanzando al gato y lamiendo sus dedos. — Pude convercer a esa tonta de que me nombrara —rió estrepitosamente — este lugar es fantástico, tal y cómo Seokjin lo dijo —se bajó de la mesada y se dirigió al frente de la muchacha. —¿No estás feliz? —se hincó frente a ella — Viviste aquí por años, ¿no es algo por lo que regocijarse? —preguntó realmente confundida. La rubia no contestó, sólo la miraba, ¿ésto estaba pasando en verdad? — Sentir el calor, la brisa sobre tu piel —pasó su mano suavemente sobre su rostro — el sol sobre tu cara, ¿se siente bien? La luz aquí no nos quema —sonrió en grande — esto es lo que llaman vida —se separó y se levantó — ¡Tienes que estar feliz! —casi ordenó, pero no salieron palabras de Ahn. — Eres una desagradecida, eh. Igual que ese gato, sentado sobre un sillón, cual trono. Cómo si hubiera que rendirle tributo por el simple hecho de estar ahí. ¿Sabes cómo me miro? Así —achicó la mirada — ¿quién se cree? —la tomó de los cabellos y la jaló hacia arriba, sacándole un quejido —¿Quién te crees tú? —la tomó por el cuello. — ¿Qué pretendes?

—¿Qué quieres que te diga? —su voz salió ahogada — ¿Qué es lo que vienes a hacer aquí?

— Pues... Vivir. — la rubia pelicorto pudo notar la tristeza en la mirada de la otra.

Hoseok... Tienes que ser fuerte...

Pero Jung ya estaba cansado de ser fuerte, cansado de no poder mantener todo a raya.
Él nunca quiso ser mandado a este lugar, él extrañaba su casa, el lado de la luz, pero tenía que cumplir una misión, una misión que falló: evitar que el lado oscuro atravesara éste mundo.

A demás de todo, se sentía pésimo al saber que habían usado el truco de Seokjin, robándole su lugar a un niño, viviendo una vida que no era suya. Si bien, al contrario de los otros, ellos, los seres de luz, traían dicha y buena suerte a quienes vivían a su alrededor, y la familia del cuerpo usurpado vivía en lujos, aún así, para él no era suficiente para pagar esa vida y mucho menos ahora que había fallado en su misión.

Hoseok, debes decirle a Jimin, solo no podrás.

—No va a creerme. A demás, todos piensan que causé esto, Jungkook, Jungkook les dijo que yo-

Jungkook... Acaba con Jungkook...

—No puedo hacer eso, es solo una víctima más.

Jungkook es el enemigo, ¿no te has dado cuenta aún? Salva a tus amigos, debes sacarlo de su lado.
Seokjin vive en él.

—Entonces él es quién debe desaparecer, no Jungkook

No hay otra forma, ya trataste de ayudarlo por las buenas una vez y no funcionó. A demás, te traicionó.

Y era verdad, aquella vez en la sala de arte, él trató de sacar a Seokjin del interior de Jungkook con sus poderes, pero Park Rose apareció en medio del ritual y vio todo. Lo siguiente fue tan rápido, que no notó cuando Jungkook o Seokjin, no estaba seguro, habían transformado a la chica en un zombie.
Para ese momento, ya todo había acabado.

Debes acabarlo. Si eliminas a los líderes, los peones se retiraran.

—Entonces... Tengo que matar a Jungkook... —susurró.

[[💕]]

Cómo 222 vistas? :'v
Gracias por leer esta kk.

Por cierto, alto cb de los dioses, lpm!!!!

Sigan apoyando, ellos se merecen todo y más!