C. 17

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[ Oh, perdona, ¿Acaso te quité algo importante? ]



Jungkook era consciente de que cuando dormía, Seokjin, el ser que lo usaba de portador, podía tomar el control, ya que su mente estaba en otro lado. Mas el hombre nunca hizo uso de aquella ventaja.

Pero ahora, cuando las manos de Taehyung impedían el ingreso de aire a sus pulmones, supo que Seokjin había tomado por completo el control.

Al principio, en el momento en que el rubio comenzó a tocarlo de manera sugerente, repartiendo besos por todo su rostro y recostandose sobre él, le siguió el ritmo pensando que tal vez buscaba consuelo, y tampoco era como si no lo deseara. Pero Taehyung se sentó y deslizó sus manos lentamente hasta llegar a su cuello presionando con toda su fuerza.

Jungkook boqueó e intentó respirar, sujetó las muñecas de Kim tratando de apartarlo, mas éste lo miraba con ojos totalmente oscuros, una sonrisa aterradora y su fuerza parecía irreal. Ni Jungkook con toda su musculatura, podía sacarse de encima al frágil pero gran cuerpo de Taehyung.

—.. T-Tae... Ta... —trató de hablar, pero sólo sonidos ahogados se distinguían.
Jungkook pataleó y se removió en la cama, provocando un chirrido y el sonido seco de su respaldo chocando contra la pared, el cuerpo de Taehyung parecía un yunque, no se movía ni un centímetro y él comenzaba a sentirse mareado.
—B-Basta... —movió su pecho y labios con desespero —...no...

¿Quieres que pare? — presionó más — Nombrame, Jungkook, di mi nombre.

Jungkook negó, prefería morir antes que dejarlo libre.

Los chirrido de la cama y los golpeteos, llamaron la atención del otro par, que ahora se encontraba con la oreja pegada a la puerta.
Jimin no quiso pensar mal, incluso a veces Taehyung podía moverse tanto al dormir que convertía la cama en un desastre natural. Pero esa última frase en modo "di mi nombre" lo hizo pensar lo peor, por nada del mundo dejaría que él y Jungkook llegarán a tercera base y menos así de rápido, por lo que empujó la puerta e ingresaron al cuarto.
—¡Alto ahí! —gritó, pero luego se dio cuenta de que no era lo que se imaginó, en realidad, Taehyung prácticamente estaba matando a Jungkook de manera literal y no a los aplausos. No sabía si alegrarse o alterarse.

—¡Taehyung! ¡Dejalo! —Min trató de sacarlo de encima, pero liberó una de sus manos para empujarlo, lanzandolo fuertemente contra la pared, para volver a poner su mano sobre el cuello de Jungkook, quién iba perdiendo fuerzas. ¿Así acabaría? ¿Este era el precio a pagar por algo que no había pedido jamás? Quizás dejar todo de lado y acabar con su vida de desdichas era lo mejor.

—¡Nooooo! —el cuerpo de Taehyung se inclinó hacia atrás, trataba de salirse de encima, pero ni sus manos ni su cuerpo respondían. —¡Ayudaaaa!

—¡¿Tae?! —Jimin se acercó y trató de zafarlo, pero estaba fijo al cuello del pelirrojo que ya no ponía resistencia.

—¡Basta! ¡Dejame en paz! —lloró, en primera plana estaba siendo testigo de cómo sus propias manos acababan con la vida de Jungkook.

Entonces...

Oyó en su cabeza.
—¡¡SEOKJIN!! — gritó Taehyung sin pensar. De repente, fue elevado y se curvó en el aire, Jimin cayó sentado, mirando boquiabierto la escena, Yoongi sostuvo su cabeza y expandió la mirada hacia eso, Jungkook giró sobre la cama y cayó al suelo, sujetando su cuello y dando una bocanada tan grande que parecía pretender comerse el mundo.

—No, no, no, no. —señaló el ceniza —¡¿Qué mierda es eso?! — del cuerpo de Taehyung comenzó a salir una especie de humo negro que se iba acumulando en un punto específico del cuarto. Así fue, hasta que una forma humana se formó y el cuerpo de Taehyung golpeó el piso, totalmente inconsciente.

Jungkook trató de negar, él no debió hacer eso, mas estaba sin habla, sin aire y su garganta dolía.

—¡¿Quién mierda eres?! —Jimin se arrastró hacia atrás hasta que su espalda chocó contra la pared.

—¿No oíste? —lo miró y sonrió ladino —Soy Seokjin— se acercó a él, tomando su cuello y alzandolo fácilmente. El pelinegro puso sus manos al rededor de las muñecas ajenas — Tú eres el ser de luz que me perturbaba. Mi plan funcionó, ahora puedo tocarte sin dañarme.

—¿Q-Qué? — sus pies se movieron en el aire y trató de patearlo, pero sentía que su cuello se rompería al mínimo movimiento.

—¡Dejalo bastado! — Min trató de toparlo por el costado, pero no lo movió ni un centímetro.

—Parece que no sabes quién eres ni porqué estás aquí —rió, ignorando por completo a Yoongi. —Eso es una gran ventaja para mí. —Min notó que no lograría nada contra aquel hombre, por lo que decidió sujetar las piernas de Jimin para aliviar la presión que la suspensión provocaba a su cuello.

—¡Sueltalo! —gritó exasperado

—No. —sonrió tétricamente mirando a Min —Mejor aún. —con un simple movimiento de su mano, torció el cuello de Jimin, haciéndolo tronar y lo soltó.

Yoongi no cayó en cuenta de lo que había pasado hasta que el cuerpo de Park cayó por completo sobre él, sin vestigio de vida. — ¿Qué? ¿Qué? —lo bajó, parecía un muñeco, sin movimiento —¿Qué hiciste? ¡¿Qué hiciste?! — levantó la mirada y Seokjin ya no estaba ahí.
Miró a Jungkook, éste otro tenía la mirada expandida. —¿Qué hicieron?

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