Capítulo 5 - La Batalla

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Lincoln despierta tarde, casi a medio día, va al baño y baja a la cocina aún empijamado, busca algo para desayunar mientras toma un termo grande que tiene una etiquetita amarilla con un corazón, lo abre y le da un largo trago que lo revive, es café, caliente, muy cargado y con apenas un toque de azúcar, justo como a él le gusta, sonríe mientras se pregunta cómo hace Luan para saber la dosis exacta de cada ingrediente en ese elixir revitalizador, pero en ese momento no importa, le da otro trago y lo deja a un lado mientras saca del refrigerador un par de huevos, jamón y queso, pone un sartén y comienza a preparar la mezcla mientras suspira, aun extraña las deliciosas sobras de la comida de su padre, aunque el peliblanco es bastante bueno también, saca un plato ancho en el que vierte la comida, vuelve al refrigerador para sacar una salsa dulzona y a un estante por un paquete de pan, todo esto es llevado a la mesa y al sentarse echa de menos el café, se levanta y va por él pero al darse vuelta alguien se está comiendo su desayuno, Lincoln resopla y le reclama

.-¡Lynn! Si quieres desayunar dime, sabes que no me molesta preparar más.-

Ella traga y responde

.- mmmm Lincoln, no le pides nada a papá cocinando, si dejaras de dibujar yo con todo gusto te mantendría a cambio de comida y sexo jejejeje.-

Él le sonríe y se vuelve para preparar más comida, Lynn toma el termo y le da un trago haciendo una mueca inmediata

.-¡BLEAJJJ! ¿por qué te gusta el café así? Creo que pop pop nunca debió dejarte probar su café de soldado, ahora solo lo hechas a perder y lo peor de todo es que Luan te malcría preparándolo.-

Ella se levanta y va a la cafetera para intentar hacer café, pero para su buena suerte también ésta tiene al menos dos tazas todavía calientes, ella lo prueba precavida y asiente mientras se sirve, su hermana también preparó café "bebible" para las demás, la deportista regresa a la mesa y se sienta para continuar comiendo junto a Lincoln.

Mientras comen en silencio ella piensa en lo que ha sido su vida en esos últimos años, recuerda cuando su vida profesional despuntó en el equipo donde jugaba, pero junto al dinero y la fama llegaron las tentaciones y ella no fue capaz de resistirlas, todavía recuerda la gran fiesta cuando en su año de novata alcanzó el campeonato de goleo y, aunque no fueron campeonas, la semifinal era un muy buen lugar para un equipo que dos años antes estaba en último lugar, pero esa fiesta también fue el inicio de algo terrible, Lynn probó tan rápido el éxito que no quiso bajarse de ese tren a toda marcha, empezó a conocer actores y músicos con los que salía y el alcohol y también las drogas empezaron a ser parte de su vida, al principio respetaba sus horarios de entrenamiento y la vida de deportista, pero cuando ganaron el campeonato al año siguiente, ella perdió completamente el piso, se hizo más famosa por sus escándalos extra cancha que por su juego, asistía a los entrenamientos pero llegaba tarde, no trabajaba bien y en los partidos se le notaba fatigada y molesta todo el tiempo, su calidad como jugadora seguía haciéndola rendir, pero poco a poco se iba haciendo más notorio que algo no andaba bien, cuando tocó fondo fue cuando desapareció una semana de los entrenamientos e hizo un enorme escándalo al ser castigada dos fechas sin jugar, regresó a la banca molesta y en ese mismo partido se lesionó, eso la marginó de las eliminatorias al mundial y del mundial mismo, Lynn sintió que caía al fondo de un pozo y fue a refugiarse a la vieja casa Loud mientras se recuperaba; era difícil tratar con ella, hasta un saludo era motivo de pelea y sus padres estuvieron a punto de pedirle que se fuera a su departamento en Pontiac, solo una persona se mantuvo constante junto a ella y la ayudó sin importar lo grosera e imposible que se volvió la futbolista, ese fue Lincoln, iba y venía diario a la escuela en Detroit pero de todas formas movió sus horarios para ajustarlos con la rehabilitación de su hermana e incluso dejó de ir a fiestas y viajes en vacaciones para cuidarla, a Lynn esto la enojaba más, se sentía culpable de que él se sacrificara tanto por ella, pero al no saber qué hacer lo trataba peor aún con la esperanza de que se hartara y se fuera lo cual nunca sucedió, tuvo que intervenir Luan, cansada del maltrato hacia su hermano.

El cómo y el por quéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora