Capítulo 17- De nuevo los Loud

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Lincoln despertó algo incómodo, no importa que tan modernos sean los métodos de la cirugía actual, el que te habrán el pecho siempre será doloroso, además, sus sueños distaban mucho de ser tranquilos, y antes de que hiciera cualquier movimiento escuchó una voz dulce que lo saludaba

.- ¡buenos días Linky! ¿cómo dormiste? mamá estaba algo intranquila porque estuviste quejándote un poco durante la noche, supongo que te duele el pecho ¿no?.-

una sonriente Leni se acerca y comienza a acomodar las sábanas y la manta sobre las piernas de su hermano, después toma un control y levanta el respaldo de la cama poco a poco hasta que Lincoln queda casi sentado, la rubia fue muy cuidadosa al hacer todo esto, una vez que él estuvo bien acomodado, ella se acercó algo apenada y le dio un beso suave en la boca, después salió casi corriendo de la habitación para avisar en voz alta

.-¡mamá! ¡mamá! ¡Linky ya despertó!.-

de inmediato se escuchó un tropel que anunciaba a toda la familia, se abrió la puerta y entraron casi todas sus hermanas, solo faltaban Lori y Luna; cuando dieron de alta a Lincoln, los médicos estuvieron de acuerdo con Lisa y sus padres en que no era conveniente llevarlo a su departamento, estaría mejor en casa, donde podrían darle todos los cuidados que necesitara y Lisa coordinaría todo sin problemas, así que instalaron a Lincoln en la habitación que fuera de Lori y Leni junto con otra cama donde dormiría quien estuviera de guardia para vigilarlo, varias de las Loud casi pelearon por regresar a vivir a la casa paterna, pero tuvieron que seguir las reglas de Lisa y sus padres, ya que tener a tantos adultos ahí era muy complicado, las puertas de Loud House 2 se abrieron para recibir a las que no tenían cabida con sus padres, aunque hubo algunas a las que nada pudo convencer de estar en otro lado, Leni se negó en redondo a moverse de ahí, al igual que Luan... y Lynn, la deportista declaró que nada la movería de ahí hasta que Lincoln estuviera bien, así que se dividieron entre las dos casas, Lisa, Leni, Luan, Lynn y Lily en casa de sus padres, y Lola, Lana y Lucy, en Loud House 2, aunque para estas tres no representaba ningún problema porque estaban a unas cuadras de distancia, Luna y Sam venían todos los fines de semana a ver a Lincoln junto con los bebés, al igual que el matrimonio McBride.

Lori no pudo enfrentar a Lincoln en el hospital después de que este despertó y a pesar de las súplicas que hizo el peliblanco a su madre para que su hermana mayor fuera a hablar con él, ella se resistía, Lori estaba todavía muy conflictuada respecto a todo lo que había pasado, por un lado se sentía culpable por casi haber matado a su hermano, pero se justificaba a si misma con el hecho de que en realidad ella no sabía lo que pasó y estaba actuando para defender a su hija, de ahí saltaba a culparse de nuevo porque nunca confió del todo en Lincoln, pese a que jamás pudo encontrar algo que fuera una base para ello, se justificaba pensando en la relación tan "particular" que llevaba con varias de sus hermanas, pero de nuevo se culpaba..., el caso es que solo encontraba paz cuando iba a terapia, porque ahí es donde podía desahogar todo lo que llevaba dentro, entonces lloraba, gritaba, insultaba a los otros y a ella misma mientras la terapeuta llenaba hoja tras hoja de notas, después le hacía recomendaciones, hablaba con ella y la dejaba ir muy agotada, pero cada vez más tranquila, Lori tuvo que asistir dos veces por semana a terapia, pues su situación era algo grave.

Una noche, Lori llegó a casa después de una bastante tranquila sesión, empezaba a entender todo de una manera distinta y la situación le parecía cada vez menos caótica, estaba cansada, pero más feliz que otros días, al estacionar la camioneta vio luces en su sala y se intranquilizó, ¿Quién podría ser? ella recordaba haber dejado todo apagado antes de salir, además de que el encendido automático solo prendía las luces exteriores y las de la cocina, Lori bajó con toda precaución de su auto y celular en mano, fue a asomarse por una de las ventanas, tenia ya el número de la policía listo para marcar en cuanto advirtiera algo sospechoso, pero al ver quienes estaban dentro estuvo a punto de gritar y corrió hacia la entrada luchando con el llavero, abrió la puerta casi tirándola en el proceso y entró vuelta un remolino de llanto y emoción, en la sala, Bobby y su hijo estaban sentados viendo la televisión, Lori se lanzó sobre ambos y lloró al tiempo que besaba a uno y al otro alternativamente, sollozaba mientras les decía cuanto los extrañó y pidiéndoles perdón, Bobby de inmediato la abrazó correspondiendo al cariño desbocado de su mujer y Robby lloró algo asustado, pero contento de volver a ver a su madre, después de un momento, Bobby calmó a su mujer y aunque ella siguió lagrimeando, dejó de llorar y se pasaba el dorso de la mano por los ojos con una sonrisa, tenía a su hijo en las piernas y le hacía mimos como si fuera un niño de brazos, platicaron largamente sobre como habían estado en Detroit y si hubo algún problema con la familia Casagrande, él le dijo que ciertas notas no llegaban a la ciudad y que Carol había sabido manejar a la prensa perfectamente, la conversación siguió un buen rato en ese tono superficial, pero de pronto, el chico les dijo a sus padres que tenía sueño, ambos los llevaron a su cama y estuvieron con él hasta que cayó dormido, después bajaron a la sala, donde se quedaron en silencio por un momento, Lori sabía que este momento iba a llegar tarde o temprano y lo temía, pero si quería recuperar a su familia tenía que convencer a su marido

El cómo y el por quéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora