Capitulo 5.- Bruja legítima

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 —¿Ayudarme? —Pregunto Javier desconfiado.

Fantasma salto del regazo de Javier y se perdió en la profundidad del bosque, Camila movió los leños de la fogata en silencio, dirigiéndole una enigmática e indescifrable mirada a Javier

—Tu abuela —Dijo Camila— Esta enferma, y el doctor no sabe lo que tiene.

—¿Como lo sabes? —Pregunto Javier desconfiado.

La mirada de Camila se perdió por un momento en el bosque, siguiendo el camino que tomo Fantasma.

—Es un pueblo pequeño —Respondió Camila luego de una pausa.

Javier se quedo en silencio, observando a Camila, llevaba unos jeans negros, una blusa holgada color blanca y una cadena plateada colgando del cuello, parecía tener un dije, pero se ocultaba tras el escote de su blusa. Los leños crujieron devolviendo a Javier a la realidad.

—¿Como podrías ayudame? —Pregunto Javier.

—Yo se quien esta enfermando a tu abuela —Declaro Camila.

—¿Quien? —Pregunto Javier confundido.

—Se que es lo que enferma a tu abuela —Se corrigió Camila.

—Y... —Pregunto Javier— ¿Que es lo que la esta enfermando?

—La trompeta del ángel —Respondió Camila— Es una planta venenosa que crece en la parte alta del río, y no solo a enfermado a tu abuela, también a otras personas del pueblo.

—¿En serio? —Pregunto Javier incrédulo.

—¿Quieres ir a ver? —Pregunto Camila sin expresión.

Fantasma volvió a aparecer de entre los arbustos, Camila se levanto, se acerco a Fantasma y lo levanto en brazos, esté maulló mientras ambos se veían fijamente a los ojos, luego de unos minutos Camila volvió a ver a Javier.

—Es por aquí —Dijo Camila antes de empezar a caminar— Vamos.

Javier asintió y siguió en silencio a Camila entre la arboleda, por una media hora siguieron caminando río arriba, entonces llegaron a una pequeña laguna que desembocaba en el río, esta estaba rodeada por las flores que había mencionado Camila, la trompeta del ángel.

—Son demasiadas —Dijo Camila— Se concentran en el agua y pueden enfermar a la gente si permanecen mucho tiempo en el río.

Camila se acerco a Javier y le paso a Fantasma, que tranquilamente se acomodo entre los brazos de Javier, confundido acepto cargar a Fantasma.

—¿Por que me lo das? —Pregunto confundido.

—Necesito que hagas algo por mi —Respondió Camila— Me gustaría que cuidaras a Fantasma.

—¿Cuidarlo? —Replico Javier.

—Yo necesito hacer algo —Interrumpió Camila— Y quiero que a cambio de curar a tu abuela, aceptes cuidar a Fantasma.

Javier se quedo en silencio por unos minutos, mirando a Fantasma y la expresión sería de Camila «¿Realmente podrá curar a mi abuela?» se preguntaba volviendo a mirar a Fantasma entre sus brazos.

—Si puedo —Declaro Camila interrumpiendo sus pensamientos.

Javier casi brinco del susto «Igual a mi madre le gustan los gatos...» pensó antes de asentir, Camila sonrió tranquila, y le dijo que debería volver mañana, a recoger la medicina para su abuela. Javier volvió a casa de sus abuelos, llevando a Fantasma en sus brazos.

Sus padres acababan de llegar cuando Javier volvió a casa de sus abuelos, entro a su habitación y dejo a Fantasma, este se acomodo y durmió tranquilamente sobre la cama de Javier, como si siempre hubiera estado durmiendo en ese lugar.

Cenó y platico con sus padres y sus abuelos antes de irse a dormir.

A la mañana siguiente, cuando Javier despertó miro sobre la cama «¡Fantasma!» pensó preocupado al ver que el gato no estaba, de un brinco salio de la cama, tan rápido como se levanto reviso por todos lados en su habitación, sin poder encontrar a Fantasma «No debí aceptar cuidar a ese gato» pensó Javier. Entonces escucho a su abuela hablando desde su habitación, curioso Javier salio a ver que pasaba con su abuela.

Javier se quedo sorprendido al ver a su abuela sentada sobre su cama, acariciando a Fantasma sobre su regazo, Javier se acerco y saludo a su abuela.

—¿De donde llego este lindo gato? —Le pregunto su abuela sonriente.

—Se llama Fantasma —Respondió Javier— Me pidieron que lo cuidara.

—Que curioso nombre para un gato —Dijo su abuela riendo.

—Si —Respondió Javier con una sonrisa— bastante curioso.

Fantasma volteo y maulló mirando a Javier, este lo acaricio y se dio cuenta de que su abuela le había puesto un collar color gris, se rio un poco, le encargo el gato a su abuela, desayuno con sus padres y salio de la casa.

Las huellas de un gato salvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora