Make Your Way Back To Me [Larry Stylinson] | Serie

5. this love's one of a kind.

Harry se reía a carcajada abierta, con su mano tomando su estómago y sus ojos casi lagrimosos. Acababa de contarle a Louis una anécdota de uno de sus amigos  de Londres, en la cual estaba presente Niall también. Se había reído hasta por dos días cuando había pasado, y ahora le estaba pasando algo parecido al contarla. Para Louis había sido hilarante y debería estar riéndose más de lo que estaba haciendo, sobre todo si Niall estaba involucrado allí, pero lo cierto era que estaba muy distraído mirando a Harry y escuchando esa risa que incluso después de años seguía provocando que su estómago se sintiera gracioso. Lanzó una sonora risa porque realmente la historia había sido demasiado ridícula y para disimular su escrutinio a Harry. Sin embargo, el menor notó sin problema que Louis apenas sonreía cuando él no podía parar de reír.

Trató de controlarse, todavía produciendo pequeñas risas o resoplos. — ¿No lo entendiste? — Louis volvió de repente a la realidad, viendo a los ojos expectantes de Harry. — ¿O simplemente no te pareció tan gracioso?

— No, es decir, si, — contestó rápidamente, mezclándose en su respuesta por miedo a hacer obvia su anterior distracción. — Fue ridículo, hilarante, si hubiese estado allí-

— No estabas prestándome atención realmente, ¿cierto? — Lo interrumpió Harry, con una mirada de desaprobación.

Louis fingió perfectamente el estar indignado con la acusación de Harry. En vano, ya que cuando abrió su boca para protestar, volvió a cerrarla solo dos segundos después y suspiró, rindiéndose. No podría engañar a Harry, lo sabía. Sin embargo, una sonrisa ladina comenzó a formarse en sus labios cuando tuvo una idea y miró a Harry a través de sus pestañas.

— No es mi culpa que tus ojos sean tan bonitos.

El rostro de Harry pasó por un tsunami de emociones antes de congelarse en la sorpresa. Un pequeño tinte rosa teñía sus mejillas, su mirada cayó al suelo y por su garganta se abrió camino una risa nerviosa, que de a poco se convirtió en una divertida y real. Sus orbes verdes miraron a Louis con un cariño que el mayor extrañaba ver dirigido a él.

— Louis Tomlinson, tú eres… — El aludido lo miró expectante, pero Harry solo lo observaba, como hurgando en su mente en busca de las palabras adecuadas para describir a Louis. — de no creer. — Dijo finalmente.

Louis solo sonrió ampliamente.

Momentos como esos ocurrían cada vez que se veían. Louis más frecuente de lo que no, hacía o decía cosas que había hecho o dicho cuando eran adolescentes y vivían un maravilloso noviazgo.

Harry no quería eso: que Louis lo hiciera sentir como si estuviera viviendo ahora un déjà vu. Si lo que estaban haciendo era empezar de nuevo, entonces que todo fuera nuevo, ¿no? Harry quería que fuera diferente a lo que antes había sido. Por más que para él haya sido perfecto y memorable, acabó mal, y no quería recordar ese pequeño gran detalle cada vez que se dejaba llevar y soñaba con que Louis y él por fin podrían hacer las cosas bien esta vez. Lo que quería Harry era que Louis le mostrara que con los años pasados había cambiado y que podía reconquistarlo no solo con sus virtudes y defectos de siempre, sino también con lo nuevo que en él había.

Aunque, no muy a su pesar, siempre terminaba sonriendo cuando Louis le hacía tener pequeños déjà vu. Recordar los lindos momentos era bueno. A veces pensaba que quizá Louis hacía eso para comprobar que Harry no haya olvidado todos esos importantes momentos que compartieron una vez.

Sí, claro, como si Harry pudiera.

Sin embargo, Louis no sabía con certeza que Harry no podría ni en mil años olvidarse de todo así como así, por lo que siguió repitiendo momentos y palabras de un Louis de 16 años. Un Louis que por dos años había logrado hacerlo sonreír como nadie nunca pudo o podría. Un Louis que cuando era confiado y le decía a Harry abiertamente lo que sentía, provocaba que el menor quisiera saltar de felicidad por toda la casa. Un Louis que no creyó que volvería cuando decidió salir de su vida, y que a pesar de las circunstancias difíciles que habían atravesado sí estaba a su lado otra vez.