GAME OVER [Kookmin]

1. The reason

—¿Soy tuyo?

—Sí.

—Para ser tuyo necesito la garantía de tener algo de vuelta.

—¿Qué es lo que quieres?

—Te quiero a ti. Que tú seas mío y así este sea un juego justo.

La expresión de sorpresa en el rosto de Jungkook fue un poema, estaba seguro que no esperaba una estocada como aquella. Aceptar o negar la propuesta en esa situación sería crucial para lo que estaba por venir, Jimin lo sabía, sin embargo Jungkook era un completo ignorante de la complicada situación actual del pelinegro.
Pronto una sonrisa tiró de las comisuras de los labios del menor. Para él seguía siendo un juego realmente entretenido, era evidente. Quizá aflojar un poco las cuerdas de su marioneta no supondría un problema, darle la mano y otorgarle poder para poder llevar un juego más justo, en el cual el ganador no fuera pronosticado desde un inicio.

—Eso suena ambicioso— Murmuró el castaño con aquella sonrisa juguetona que solía aparecer en momentos específicos.

—Desde que cruzaste la puerta en esa fiesta, se convirtió en mi más grande ambición que fueras mío— Confesó con toda franqueza, su tono de voz y la expresión en su rostro respaldaba cada palabra. Nuevamente la sorpresa cruzó su rostro, aquella emoción fue un parpadeo que el pelinegro pensó haber imaginado.

Deseaba poder leer su mente, tan solo un instante, para poder saber si pensaba que era ridículo o encontraba admirable el hecho de haber soportado tanto con la simple intención de tenerlo a su lado.

—¿Aún después de todo lo que ha pasado lo sientes de esa manera?— Inquirió incrédulo, cambiando el peso de uno de sus pies al otro a la vez que volvía a cruzar los brazos sobre su pecho. El mayor asintió en seguida, sin siquiera dudarlo en ningún momento— ¿No crees que esto es una especie de obsesión?— Jimin rió en respuesta, negando con la cabeza.

—No es una obsesión, es algo completamente diferente— Señaló, sosteniendo en todo momento esa mirada curiosa, una curiosidad que aumentó luego de escucharle.

—Si no es una obsesión ¿Qué te tiene enganchado a mi?— Sus brazos en ese momento se habían separado de su pecho, ahora hacía ademanes señalándolos el uno al otro. Jimin volvió a reír, incrédulo, le parecía increíble que no hubiera llegado a una conclusión tan obvia. Tal vez sólo se estaba cegando a sí mismo a una verdad inminente.

—¿De verdad no lo sabes?

—No lo sé Jimin, dímelo— Insistió.

—Jungkook...— Se tomó el tiempo para lamer sus labios y respirar profundo para tomar valor. Se lo había dicho a sí mismo, era una verdad que había aceptado hace tiempo pero nunca salió de sus labios. Se detuvo mirando al más alto, estudiando sus ojos con la intención de leer su mente, esperando poder anticipar su reacción a lo que estaba por decir— Sigo enganchado a ti porque...— Era tan complicado de decir, le costaba tanto decirlo que no sabía cómo hacerlo, era evidente que le gustaba, eso era fácil de decir. Jimin llevó una de sus manos sobre su propio pecho y apretó la tela de su playera en la zona en la que se encontraba su corazón latiendo desbocado. Sus manos temblaban al igual que sus piernas, por un momento sintió que le faltaba la respiración. Y se arriesgó—...porque te amo.

Por un momento en lo único que pudo pensar fue que lo había logrado, pero seguido a ello, al notar la expresión de desconcierto en el rostro de Jungkook, ese júbilo interno paró. La mirada de Jungkook paseó de un costado a otro de la habitación, Jimin estaba seguro que su cabeza navegaba de aquí para allá sin llegar a un punto conciso, tal vez no le encontraba sentido o no le creía en absoluto.

Aclaró su garganta mientras negaba y con el ceño fruncido su mirada se fijó en un punto en el suelo, incrédulo, podía leerlo en su expresión. No podía procesar la información.
Cuando por fin levantó el rostro no lo miró, miraba a la puerta, la salida, la libertad.

—Tengo que irme— Soltó en un murmuro, para luego cruzar aquella puerta a las espaldas de Jimin, quien se quedó plantado en el mismo lugar como una piedra.