En medio de la penumbra, el silencio reinó. No tenía idea de lo que Jimin estaba pensando mientras lo contemplaba con una fijeza que pondría nervioso a cualquiera, sobre todo con la profundidad de su mirada. Aquello lo puso un tanto inquieto, odiaba estar a la expectativa de una respuesta, sobre todo después de abrirse completamente ante un ajeno. Se sentía desnudo, vulnerable. Odiaba sentirse como una presa.
Después de lo que había pasado la noche en la pocilga que trabajaba, esa pieza de información escondida le hizo revivir la escena de su familia muerta en casa una y otra vez, lo había destruido nuevamente, pero fueron los brazos de Jimin quienes lo habían sanado, uniendo sus piezas una a una hasta que se sintió completo de nueva cuenta. Fue entonces que cayó en cuenta que el pelinegro era más importante en su vida de lo que había pensado, que a pesar de que todo el tiempo lo había visto como un niño mimado, realmente era mucho más maduro de lo que él se había figurado.—El primer paso es la aceptación— Murmuró el mayor con una sonrisa juguetona en los labios, una mucho más amplia que las habituales. El comentario no le molestó, esa también era su manera de lidiar con aquello que le hacía sentir nervioso, por lo cual lo entendió como señal de que era poco común escucharlo confesar su sentir y el que Jimin restara seriedad al momento fue algo que agradeció enormemente.
—Un "Lo sé" habría sonado mucho más épico— Sugirió con una sonrisa sutil, seguida de una risa casi imperceptible de su parte.
Sus miradas siguieron enganchadas la una a la otra en todo momento, aun cuando permanecieron con un par de sonrisas petrificadas y a pesar del silencio que reanudó su estancia entre ambos, no era incómodo. Los ojos oscuros de Jimin descendieron hasta los labios del castaño, a pesar de que consideraba que no había mucho que ver ahí a comparación de los suyos, para luego devolverse a sus ojos con lo que parecía ser impaciencia.
—Me estoy muriendo de ganas por besarte— Le escuchó decir mientras volvía a mirar su boca y el menor ensanchó su sonrisa de manera ladina como acto reflejo. Jimin no parecía tomar la iniciativa y por primera vez en su vida Jungkook sintió que le costaba dar ese paso.
—¿Y por qué no lo haces?— Indagó el menor, acomodándose sobre la cama para poder mirar de frente al pelinegro.
—Porque ya que estás confesando lo que sientes, quiero saber un poco más antes de distraerme con tu boca y perder la cabeza— Imitó la acción de Jungkook, de manera que ambos se veían de frente, haciendo más intimo el momento si se podía—. Voy a ser directo— Advirtió—. Sabes lo que siento por ti y la última vez sólo te marchaste sin decir nada o alegando que no deseabas saberlo. Quiero una respuesta.
En automático Jungkook rompió el contacto visual entre ambos, llevando la mirada hacia abajo a la vez que humedecía sus labios y los mordía de manera inconsciente. Ese era el tema de discordia, comenzaba a parecerle molesto tener que resolverse a sí mismo para poder entregarle una respuesta justa. Salir del paso con mentiras siempre le había sido más fácil, lo llevaba haciendo todo el tiempo y entendía la necesidad de Jimin por resolver el enigma, pero es que directamente Jungkook no tenía la respuesta para sí mismo. Quizá sus instintos fueran mucho más claros y sinceros que sus palabras ¿Por qué Jimin no podía entenderlo?
—Aquí vamos de nuevo...— Murmuró levantando la mirada posterior a lo dicho, cansado del tema.
—Kook, mírame y sólo dilo— Jimin tomó una de sus manos, apretándola un poco como si intentara animarlo.
Jungkook le sostuvo la mirada un par de segundos en silencio, claro que le provocaba muchas cosas, la mayoría ni siquiera lograba identificarlas, usualmente eran canalizadas en rabia, ni siquiera podía entender la razón.
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GAME OVER [Kookmin]
FanfictionSegunda temporada de "I'll play your game". Tras el regreso su hermano mayor (Jin), Jimin ha descubierto que toda su vida fue una mentira. Sus padres, al creerlo en peligro, lo han puesto bajo estricta vigilancia, lo cual dificulta todas las cosas...