Catorce

1.5K 185 16
                                    

Saqué las manos de mi bolsillo y las frote con mi pantalón una y otra y otra vez hasta que me arme de valor y toque el timbre de la casa. La señora Jeon abrio la puerta al otro lado.

- Hola, Jimin. Pasa.

Asenti y me metí a la casa, me quite los zapatos y seguí a la señora Jeon a los cuartos del segundo piso. Entramos a la habitación de Jungkook puesto que está mañana recibí un llamado, era de ella misma y pedía que la visitará cuanto antes.

Por un momento creí que había pasado algo malo.

La habitación de Jungkook mantenía el cálido aroma de la última vez que estuve aquí, como si realmente no hubieran pasado dos semanas desde aquel día.

- Encontré esto y.... -La mujer me entregó un cuaderno de notas-. Creo que Jungkook querría que lo leyeras.

No dije nada, tome el cuaderno y me mantuve viéndolo varios segundos, escuche la puerta abrirse y cerrarse, trate de controlar mis deseos de llorar. Caí a la cama aún con el libro en mis manos y lo abrí en la primer página.

¿Realmente debía leer esto?

Día uno: me diagnosticaron Alzheimer, nada es seguro pero quizás comience a olvidar cosas, primero serán cosas sin importancia pero luego mis memorias serán más escasas, trataré de ser fuerte por las personas que me rodean pero desde el día de hoy una luz en mi se apago... mi futuro se arruinó por completo.

[Nota: olvidaras muchas cosas.. pero no a él, no a Jimin, Jungkook debes pedirle perdón por lo idiota que has sido y remendar todo entre ustedes.]

-En verdad querías remendarlo todo, idiota, idiota. 

Ya no lo soporte, mis lágrimas caían como cascada de mis ojos que temí arruinar el cuaderno. Antes de continuar respire profundo y fui a la siguiente página.

Día dos: Las cosas no salieron tan mal como las había imaginado, al menos no me grito, cite a Jimin en el rio Han, supongo que sabe por que o al menos lo imagina, allí, a los catorce años fue la primera vez que vi a Jimin, no mentía cuando dije que quería arreglar todo y será desde el primer al último error hasta que logre perdonarme por completo.

- ¡Jungkook! -Me volví a romper en llanto-. ¿Por qué hiciste todo eso? No debías... Dios.

Día tres: Las esperanzas de volver a enamorar a Jimin ahora habitan en mí. No lo arruinare más, pediré perdón por cada estupidez que cometí. Quiero que el vea que he cambiado. Quiero ese final feliz del que todos hablan.

Porque yo amo a Jimin.

- ¿Me ama? -Caí de la cama con el libro en mis manos y mire hacia el techo-. ¿Jungkook me ama?

Día cuatro: sus abrazos son muy cálidos, cuando estaba cerca de su pecho pude apreciar los preciosos latidos de su corazón, el olor a vainilla en su piel me hacía sentir atrapado entre tanta dulzura. Definitivamente es único en el mundo. Él es único, Jungkook; no lo dejes ir.

- Oh Jungkook, ¿por qué tuvo que pasarnos esto?

Fregue mis ojos en el lavadero del cuarto de baño y baje por las escaleras, me despedí de la señora Jeon y me lleve el cuaderno conmigo.

Corrí directo al hospital, nadie me detuvo, aquí ya todos me conocían y en cierta forma, tenían lástima de mí. Entre al cuarto de Jungkook, una habitación que compartía con un hombre anciano que por el momento no estaba, lo cual agradecí por que si volvía a romperme no quería que nadie me viera como un tonto.

-Jungkook, no se si ha sido lo correcto, pero haré lo que sea para verte abrir los ojos, por favor, escucha ¿okay?

Busque en las últimas páginas donde Jungkok había escrito y comencé a leerlas con las manos temblorosas.

-Día once: Estuve tan cerca, tan perfectanente cerca de tocar esos labios, tan carnosos, rosas y perfectos; tan Jimin. ¿Cómo puedo acercarme a ti? ¿Cómo te demuestro lo que me haces sentir, la manera tan única en la que tu me haces sentir Park Jimin? -Llore una vez más, pero está vez estaba sonriendo-. Día doce.

Mire la nota una vez más y luego a Jungkook, volví al cuaderno y lo leí sintiendo que mi corazón se oprimia.

Día doce: se que un día Jimin leerás esto, alguna vez el propósito fue no olvidar estos momentos pero mientras más escribía me di cuenta de que lo hacía para ti. No quiero olvidarte Jimin, pero si ocurriera esa desgracia quiero que leas esto y sepas cuanto te amo este chico.
Gracias, Jimin. Ahora, viéndote tan pacíficamente dormido me doy cuenta de que quizás seas demaciado perfecto para mí, quizá realmente jamás te merecí y por eso me sucenden estas cosas.

Aún así, seguiré siendo un idiota y no te dejaré ir, no sufras, yo lo haré por ti, Minie. Gracias por permitirme tocar tu piel y besar tus labios como sólo en mis sueños había deseado y si en la mañana te vas de mi cama no me enfadare ni me sentiré mal, ya me has dado todo lo que un maravilloso ser como tú me habría podido dar. Cambiaste al idiota del cuento y lo transformarte en esto. Te amo, Park Jimin.

Me abalance hacia el cuerpo de Jungkook y llore en su pecho, pero pase a todos mis intentos, Jungkook no despertó ese día. Ni la siguiente semana. Tampoco el siguiente mes. Y poco a poco habían pasado cuatro meses y él no parecía querer despertar aún.

Las esperanzas se esfumaban de mis manos como arena.




Alzheimer / KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora