Cuando crees que has ganado a tus fantasmas, te saluda la sombra en el espejo.
Y tienes que volver a empezar.
Como si las pequeñas victorias del día a día no sirvieran de nada, como si esos logros que nos llevamos a la cama se desvanecieran mientras hemos tenido la oportunidad de soñar el uno con el otro y encontrarnos en el limbo que permiten las nubes esponjosas de la nada. He vuelto a leerte a soñarte y he sentido ganas de abrazarte desde el silencio, de poder mirarte a los ojos sabiendo que somos los mismos que se escribieron en un papel arrugado que estarían siempre el uno junto al otro. Todo porque tengo el recuerdo de tus manos en mi nuca atragantado sin que me deje apenas respirar, el deslizar de tus dedos sobre mi pelo, el movimiento de caderas sin compás por culpa de las ganas.
El día a día es una especie de guerra en la que morimos y salimos ilesos dependiendo de la hora.
Matamos y morimos a partes iguales.
No caemos en la cuenta del poder de los gestos, las palabras, las miradas, y cuando lo analizamos todo siempre es tarde.
No llegamos a tiempo para las disculpas, ni para los besos desde el perdón, ni para los abrazos reconfortantes.
Es tan complicado poner a los demás por delante, tratar de cuidar por encima de nuestros sentimientos.
Es tan difícil proteger a quien más queremos sin hacer daño.
Vamos todos sangrando por el camino, dejando rastro, limpiándonos con páginas de libros antiguos, con sábanas deshechas, con trapos sucios de cocina.
Y ahora estoy sentanda en el banco del parque mirando al cielo caprichoso de septiembre que juguetea con la luz, los pájaros y las hojas de los árboles. Estoy esperando que sea mi día de suerte, poder levantarme, recordar cómo caminar e ir a agarrarte de la mano para que lleguemos juntos a cruzar la meta.
Y caiga el telón y empiece nuestra obra favorita.
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Letras Que Han Sido Liberadas
Random"No niegues tus propios sentimientos, eres así porque estás sola... también estoy sola..." Siempre estoy esperando tus historias.
