Resplandor °°°

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Un diario en blanco repleto de la monotonía
que oscurece la existencia. El reflejo de la
ansiedad por devolver la primera llamada
¿y si...? nunca se dejará de repetir como
el sonido del buzón de voz que responde.
Bajo la luz de Sirio declaró mi adoración por
su ser y mientras el cielo gotea en su
nombre, el rocío se aferra a nuestro
radiocasete.

Somos muertos cenantes, insoportable
pensamiento de que somos como los
demás, dando pena.
La gente no entiende lo solitario que
es ser niño, como si no importara. No
se puede conservar este recuerdo, ni
uno solo y no hay marcha atrás, el
destino nos ruega por otro encuentro
pero somos necios, somos insoportables.
Podríamos morir en los momentos
más felices y recordarlos por la eternidad,
en cambio hemos decidido olvidar,
esfumar las pestañas y pecas que conté,
el sonido de las risas que se convirtieron
en mi sonido favorito y esa película
que compartimos en otoño.

Que sobrevalorado este el amar,
un negocio más al que caemos sin
resguardo alguno. Desde una
percepción inútil y generalizada
donde ese discurso que suelta
por conveniencia mostrando esa
falsa seguridad que engañaba a
todos, excepto a mi. Las galimatías
que nunca supe descifrar se acababan,
inherente su imagen y su voz
revoloteando en mi cerebro que se va
desvaneciendo. ¿Te apetece vino?
Mientras se desmorona ese castillo
que inventamos, podemos brindar.
Ojalá te hubieras quedado, me
hubiese gustado quedarme y hacer
tantas, ojalá me hubiera quedado.
Intento volver para vencer mi humillación,
pero me dices que ya no queda ningún
recuerdo, inventemos una despedida.
En donde no me extrañaras
Pero a mi él recuerdo tuyo
Me matará
Eres inmortal.

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