Imposible pero cierto

1- Mi realidad es diferente a la tuya

Blake Hernández

España 12 de Enero del 2019 1:15 PM

—Preparen sus cosas estamos apunto de llegar— informó el profesor a cargo de las pasantías -

Miré al frente como los guardias muy bien armados abrieron los grandes portones que cubrían el psiquiátrico, el bus que transportaba los estudiantes de psicología entró en la profundidad de esos grandes muros donde descubriremos cada detalle que ahí guardan .

A igual que mis compañeros no dejaba de mirar por las ventanas el gran edificio que teníamos al lado izquierdo , tenía algunas zonas verdes alrededor y en el centro de la carretera había una fuente .

El bus se estacionó , agarré mi bolso y lo colgué en mis hombros , bajamos del bus para comenzar a caminar detrás del profesor dándonos indicaciones.

Nuestros ojos estaban en todas partes, para muchos como yo, era la primera vez que visitábamos un psiquiátrico... no solo lo vamos a visitar; si no que tendremos que interactuar con pacientes de verdad, personas que tienen verdaderos problemas y no como lo habíamos practicado en la universidad.

La verdad era una oportunidad muy grande que no puedo desaprovechar , esto quedaría como un suceso importante en mi vida y que sin duda le contaría a mis futuros hijos.

—Esto ya lo hice antes, ustedes no, por lo tanto tengan mucho cuidado, recuerden que no es un simulacro , vamos a estar rodeados de personas peligrosas  —el profesor dejó de caminar y volteó a vernos— recuerden que son pasantes y que esta vez cada error cuenta

Un chico delante de mí alzó la mano

—Dime Marcos— dijo el profesor—

—Si es tan peligroso ¿ Por qué tomarnos el riesgo ? —preguntó —

—La pregunta correcta es...¿ Por qué no? — le regaló una sonrisa —

— ¿Algunos no son peligrosos? — preguntó Marcos—

—No, pero no se puede confiar , ahí dentro hay hasta asesinos  —el profesor reanudó la marcha para entrar al psiquiátrico —

Sentí como un escalofrío pasó por mi cuerpo cuando pronunció " Asesinos ", todos sabemos el riesgo pero sin embargo lo aceptamos.

Una enfermera nos recibió y nos entregó a cada uno de nosotros una carpeta que contiene la información necesaria de la persona con quien vamos a tratar .

—Bien chicos —llamó la enfermera —ahora cada persona que está en sus manos se convertirá en su paciente , van a tener que estar con ellos y ser lo más profesional posible, en la carpeta está la información de la persona, solo está lo necesario , no tienen que saber más nada, eso lo descubrieran ustedes mismos, cualquier duda lleguen a la recepción , por la tarde se le entregará un dispositivo con lo cual mantendremos contacto de cualquier movimiento.

Esto parece una cárcel , no parece que tuvieran personas que necesitan ayuda, miré la carpeta , la paciente se llama " Verónica Hamilton" , 20 años de edad , peso 62 kilos, estatura 1.67 , segundo piso habitación 24, trastorno de amnesia disociativa , entre otras.

¿ De verdad? " Entre otras" esto no es suficiente , suspiré resignado por tan poca información, comenzó mi búsqueda de la tal Verónica, subí la escalera ; a mi lado estaba Marcos tenía la cabeza enterrada en la carpeta , el no dejaba de leer , al parecer la suya si tenía más información.

Me detuve al ver el largo pasillo del segundo piso, habían muchas enfermeras con sus pacientes, otros simplemente estaban caminando solos, miré las diferentes puertas , unas estaban más protegidas que las otras , puertas de metal con una pequeña ventana y otras simplemente de maderas.

Me quedé paralizado cuando vi una puerta con el número 24 en ella, tenía un aviso de " Peligro " , tragué con dificultad , me coloqué frente a la puerta , y 5 segundos después entré .

Toda la habitación está de color blanco con paredes acolchadas , y en una silla dándome la espalda estaba ella... Verónica , con una camisa de fuerza .

Cerré la puerta tras de mi , incapaz de quitar la mirada del lugar

—Supongo que soy tu rata de laboratorio —dijo la chica sin voltear —

 —Verónica no soy tu enemigo -una risa burlona escapó de sus labios —

—Si no lo eres , ¿ Qué haces aquí? —preguntó—

 —Vengo ayudarte— volvió a reír pero esta vez se volteó , cabello negro, ojos color café, mirada fría y un moretón en su pómulo derecho , labio inferior roto

— ¿ Qué te hace pensar que no voy a matarte ? —preguntó sin vacilar ni un instante—

—Ya lo habrías hecho— no sé como se escuchó tan natural cuando la verdad es que el miedo me estaba consumiendo

— Estamos en un juego —susurraba— yo soy el gato y tú el ratón— rió — corre ratón corre — la manera en que susurraba me aterraba

 —Esto no es un juego —dije tajante—

 —Para mí siempre lo es— miró a los lados con miedo de que la escucharan aunque no es posible, pero aún así , ella seguía susurrando— no eres el único que a intentado esto, la última fue una chica y no terminó muy bien

 —Podemos llevar las cosas muy profesionalmente , tú colaboras y todo saldrá bien — dije con seriedad—

— No tengo porque colaborar con nadie —dejó de susurrar —prometo ser rápida , no dolerá

En ese momento la bilis subió a mi garganta, ella se veía tan inestable, tan loca , fuera de sus cabales.

—No te atrevas a llamarme loca- la furia se apoderó de su mirada y temí por mi vida - sé lo que piensas

—Ya es hora Verónica— entró una enfermera, me miró y deduzco que vio mi cara de terror — Verónica deja de hacer eso

Una risa escandalosa me hizo mirarla confundido

—Si hubieses visto su cara —rió— si me levanto le da un infarto- imitó mis reacciones

— Chico ella acostumbra hacer estas bromas pesadas, seguro te dijo que iba a matarte— asentí— lo hace con todos los pasantes

Sentí la furia corriendo por mis venas, ella me a utilizado como un títere , la miré y ella me regaló una sonrisa burlona .

—Verónica ya es hora que regreses a tu habitación , por cierto , ella está en la habitación 29 , solo está en esta por pequeños detalles— me informó la enfermera —

Verónica se levantó con aires triunfales y pasó a mi lado.

—Estás loca —le susurré—

Ella se detuvo sin mirarme y respondió.

 —No estoy loca, mi realidad es diferente a la tuya

En eso desapareció de mí vista , salí de la habitación y un guardia me miró sonriendo

 —Lo que te espera chico— dijo —esto es solo el comienzo