🌼 UNO 🌼

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NÚMERO UNO:
flojera matutina

El sonido de alguien llamando a la puerta hizo remover a Sakuma en la cama con pereza, mas sin intención de levantarse a atender

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El sonido de alguien llamando a la puerta hizo remover a Sakuma en la cama con pereza, mas sin intención de levantarse a atender. Simplemente se acomodó mejor entre la manada de perros que dormía con ella y abrazó a Buru, el gigantesco bulldog, volviendo al mundo de sus sueños. Que su padre se encargara de abrir la puerta.

Pero siguieron llamando y, aunque a ella no la inmutaba en lo más mínimo, comenzó a molestar a alguien más.

—Mocosa, ve a ver quién es —exigió Pakkun, harto del constante golpeteo.

—Ve tú ya que eres tan extraordinario. Sabes hablar. Pregunta qué quieren —gruñó ella—. ¡Ahh! —chilló al sentir la mordida del perro en su trasero—. Bien, ya voy. Perro desgraciado.

La chica se levantó de la cama con una expresión asesina y salió de su cuarto murmurando maldiciones camino a la puerta. ¿Quién se creía que era esa bola de pelos? Dormía en su cama y todavía le daba órdenes. Ya vería. Él y quien sea que estuviera fuera de su casa.

—¿Qué? —espetó apenas abierta la puerta.

—¡No me mates! —Lee se escondió de inmediato detrás de su sensei al ver la cara de su amiga.

El hombre rascó su nuca con nerviosismo. El rostro que traía la niña era idéntico al de Kakashi cuando lo despertaba de madrugada para convencerlo de entrenar con él años atrás cuando eran unos niños. El asunto jamás terminaba bien en ese entonces.

—¡Oh, Sakuma! Eres tú, ja ja —rió forzosamente antes de aclarar la garganta—. No sabíamos que aún seguían durmiendo. Son ya las dos de la tarde.

—¿Y? —alzó la ceja—. Es temprano aún.

—Yo no diría temprano... —rascó su mejilla con el dedo—. ¡Como sea, Lee y yo venimos a invitarlos a almorzar junto con el equipo y Sakura! ¿Qué dicen? —alzó el puño con entusiasmo.

—¡Carne asada, tu favorita! —exclamó Lee.

Sakuma frunció el ceño ante tanto grito.

—No lo sé —murmuró con pereza, frotando sus ojos.

—¡Oh, vamos! ¡Gai-sensei invita! —insistió.

El mencionado vio a Lee con incomodidad.

—Bueno, nunca dije que-

—De acuerdo —asintió Sakuma, interrumpiendo al hombre—. Iré a despertar a Kakashi.

—¡Sí! —festejó Lee.

Gai suspiró en derrota mientras la niña se alejaba camino a la habitación de su padre, dejando la puerta abierta para que pasaran.

Sakuma entró a la habitación sin tocar. Las persianas prohibían cualquier rayo de sol entrar en la habitación y aún así su padre se hallaba tapado hasta la cabeza con las sábanas como una segunda precaución de despertarse gracias al comienzo de un nuevo día. La menor abrió las persianas al máximo ignorando el gruñido de desagrado de su padre ante su acción y colocó a su única planta, Sr. Ukki, donde el sol pudiera darle.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2019 ⏰

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KAKASHI'S DAUGHTER ; drabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora