GALAX: EL EMINENTE PELIGRO

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Allí reinaba la obscuridad absoluta, negrura viera donde viera, nada, ni su mano que estaba frente suyo, el silencio es aún más abrumadora; comenzaba a temer, su traicionero cuerpo comenzaba a temblar. ¿Dónde estaba? ¿Qué es este lugar? Desde hace buen rato que está gritando por ayuda, por sus hermanos, por sus padres, inclusos por Sekeiros, por Dragón, pero nadie responde, comienza a sentir pavor, puede sentir el helado sudor caer por su frente

No hay nada bajo sus pies tampoco y saber eso tampoco ayuda

Intenta que su alocado corazón se calme, respira profundo para no caer en pánico y pensar con frialdad. Entonces es cuando escucha un susurro. Presta atención y los susurros aumentan, más son inentendibles. Son como siseos de serpientes; lentos, arrastrados, amenazantes. El miedo solo crece con cada segundo que transcurre y el silencio reino de nuevo. Pudo suspirar, quizás esta alucinado ya

– Ella viene... debes recordarlo... – una voz muy familiar de pronto irrumpió en el silencio del espacio

Lex dio un sobresalto por lo repentino y clara que fue. Miro hacia todas las direcciones, buscando al dueño de tan particular siseo, pero no había nadie, está solo, quizás no...

– ¿Quién eres? – pregunto con desconcierto, miedo; es patético, pero el temor, el miedo se hace palpable a cada minuto que pasa. Al mismo tiempo dudando de su propia cordura

– Ella viene... debes recordarlo... – repitió la misma voz, sonaba a una orden, una mezcla entre fría y un leve temblor, quizás miedo o desinterés, era tan familiar a la vez tan desconocida

– ¿Quién viene? – preguntó por instinto aun buscando el lugar de donde proviene el sonido

Su miedo está creciendo de manera aterradora y los susurros se hacen más fuerte impidiéndole comprender más el sentido de las palabras

– Ella regresará – escucho la respuesta, fue solo un suspiro, había otras palabras, está seguro, pero no lo entiende... – debes recordar.... debes recordarlo – repitió casi con desespero – ganaras.... Protegerás... tú... – solo lograba entender palabras sueltas, presto más atención, ya con su cuerpo temblando

La temperatura de ese espacio descendió de golpe, como si un sistema de congelación hubiera sido activado de forma brusca

– ¿Qué se supone que debo recordar? – preguntó apenas audible, por el tremendo frio del ambiente. Buscando en todas direcciones tratando de ver de dónde venía la voz, pero no podía ubicarlo, parecía que venía de todos lados y a la vez de ninguna

El dolor se hizo presente, como si su cuerpo congelado estuviese siendo roto en miles de pedazos con un cincel

– debes recordar – respondió la voz apenas audible, se escuchaba cansado, muriendo a cada respiración – hazlo – hablo levantando la voz – ... estaré contigo – escucho para que el silencio reine de nuevo

Con Su cuerpo congelándose rápidamente y su voz rota, cerró los ojos cansado de tanto luchar por mantenerse despierto. Quizás necesite dormir un poco, conforme sus parpados fueron cayendo, el oxígeno a sus pulmones fue cortado, pudo sentir como moría lentamente. Sino que podría ser, es como fuego quemando sus pulmones

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Alexander Stark despertó exaltado, dando profundas respiraciones para recuperar el oxígeno a sus pulmones; mira hacia todas direcciones con respiración agitada, está en su habitación, aún es de noche, pero las luces se filtran a través de las cortinas

EL PECADOWhere stories live. Discover now