EL PECADO

TÚ; ELEGISTE TU DESTINO Y YO...

Despertó saltando de la cama, bañado en sudor, y nuevamente con su magia destruyéndolo todo, ¡maldito sueño!

Miro a su lado buscando un cuerpo, encontrándose completamente solo y en su habitación, volvió a la cama queriendo volver al mundo de los sueños, pero es inútil, no podría volver a dormir, no ahora que es consiente que está solo y allí

El reloj marcaba diez para las cuatro de la mañana; se levantó con fastidio, no puede esperar

Salió de su habitación, la puerta estaba abierta, todo sumido en la oscuridad, sin esa habitual calidez que suele abarcar la estancia

Draco no estaba

Sin importarle nada salió corriendo hasta la mazmorra del director, toco la puerta con premura, calmando su magia ansiosa

– ¿Qué ocurre, Lex? – cuestiono el hombre preocupado, al verlo muy alterado y en su puerta, ¡son las cuatro de la mañana!

– ¿esta Draco contigo? – pregunto entre suplica y urgencia. Esperaba de todo corazón que le dé una afirmativa, ¡Dragón!

– ¿Qué ocurre con él? – pregunto el hombre desconcertado. No puede esconder su molestia con el menor, no debería, pero para su mala suerte su hijo está involucrado

– No esta – murmuro al vacío, ignorando la charla del azabache

Salió corriendo en búsqueda de su hermano, sin esperar palabra alguna del mayor

Tener un día para él, para pasarlo con sus hermanos, para pasarlo con Sekeiros le sonó tan bonito e irresistible que no dudo en tomarlo, al no sentir ese caos acostumbrado, incluso lo olvido por unas horas

Llego corriendo hasta la laguna donde suelen pasar gran parte de su tiempo; quizás se desmayó o quizás... no hay rastro del otro rubio

– ¡¿Dónde te has metido?! – pregunto respirando agitado, cansado por su loca carrera. No podía sentirlo, maldición, comenzaba a sentir pánico

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El sol Salió hace rato. Lo busco por todas partes, por todo el castillo, incluso acudió a la ayuda del mapa del merodeador y nada. Se dejó caer en un tronco viejo y caído; agotado y frustrado

Un vistazo a su ropa le mostro que aun traía el pijama, lleno de musgos, tierra y sudor; incluso olvido la máscara habitual que suele llevar siempre para no ser relacionado con los Malfoy

Se regañó por este desliz, estaba tan preocupado por Dragón que no se fijó en esos detalles

– ¿Dónde podría estar? – reflexiono sentándose, relajándose un poco, necesita calmarse

Ya busco en todos los lugares posibles, solo falta lo profundo del bosque prohibido, esto empieza a ser desesperante

– Qué asco – gruño asqueado con el olor de tierra mojada, musgos, putrefacción y muerte del bosque.

Levantándose listo para adentrarse es la espesura desconocida, desearía llamar a sus hermanos, pero no desea darles explicaciones, si el aun no los comprende en su totalidad, ¿cómo podría explicar?

– ¿Qué no pudiste escoger un lugar más pequeño? – se quejó estirándose perezosamente, adentrándose en la espesura, malhumorado

Mientras una sonrisa maligna se dibujaba en su rostro, una vez que lo encuentre no podrá huir y esta vez no podrá negarse, esta vez tendrá que hacerlo