Mi Princesa ||C.V. Y TU||TERMINADA

Capítulo 14: Mancha

Pase mis manos por su espalda hasta dejarlas en sus glúteos

Con desesperación me fui a su cuello, mordí y bese cada centímetro de éste, poco a poco sentí como sus manos comenzaban a subir hasta mi pecho, me separé unos segundos para quitarme la camisa, sus labios prontamente volvieron a mi

Tomé el borde de la blusa de pijama y la alcé, dejándola en sostén, de un movimiento hice que ahora ella quedaba bajo a mi, comencé a besar su cuello y a descender mis besos a su clavícula y pecho, con un poco de temor, con mis manos busque el broche de su sujetador y lo quité, besé sus senos y me deje deleitar por su sabor

Ella dejaba salir pequeños suspiros y su voz entrecortada

Con mis manos comencé a buscar sus prendas inferiores y baje su pantalón y sus bragas

Ella busco con sus manos mi pantalón, para su suerte, no tenía cinturón puesto, así que desabrochó mi pantalón y bajo el cierre, sentí sus tibias manos dentro de mi pantalón, su suave mano paso sobre mi miembro y solté un leve suspiro

Baje mis boxers con rapidez, así quedar ambos desnudos

Seguí besándola con pasión, su cuerpo era deseable y las ganas que tenía de hundirme en ella, tan delicada e inconsciente

Baje con mis labios desde su boca hasta su cintura, abrí levemente sus piernas y hundí mi rostro en su feminidad, saboreé de ella y jugué con sus sentidos, la hice gemir y decir mi nombre, hasta que ella comenzó a sentir espasmos y su espalda se arqueó, haciendo que ella tuviera su primer orgasmos

Mientras la besaba y la acariciaba, me sentí egoísta

Yo sabía que yo seré el primer hombre en su cama, el primer hombre que la tocó así, el primer hombre en su vida

Era egoísta, no pensaba en quien fuera su próximo esposo, que era un mandato real ser casta hasta el matrimonio

Mis sentimientos por ella no estaban claros, apenas y tenía dos meses conociendola, no podía sentir nada serio por ella, no podía enamorarme de ella

Después de una sección de besos y caricias, hice lo que tanto ansiabamos ambos, introduje mi miembro en ella y nos hice soltar un gemido, comencé a moverme muy lentamente, sabía que ella sentiría dolor

—Duele, Christopher —Dijo ella mientras hacía un mueca, la abracé y bese su rostro

—Ya pasará, hermosa —Dije mientras besaba sus mejillas

Me concentré en besarla y exitarla más, hasta que sentí su movimiento de caderas, comenzaba a  moverse con rapidez y supe que el dolor había desaparecido, la tomé de la cintura y comencé a embestiar con rapidez y fuerza, ella comenzaba a gemir de placer

—¡Christopher! ¡Más rápido! ¡Más rápido, por favor! —Dijo ella, incluso teniendo sexo, no perdía sus modales de princesa

—¿Así? ¿Te gusta? —Dije al igual con voz entrecortada, ella asentía con rapidez y se tomaba de mis brazos

Un par de embestiadas más e hice que ambos alcanzaramos el orgasmo

Salí de ella con cuidado y me recosté a un lado, sentí como se giraba y se acurrucaba a un lado de mi, antes de dormir me dió un corto beso en los labios y durmió

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|Narra ______|
El sol daba justo en mi rostro, cuando me levanté, Christopher no estaba en la habitación, me coloque una bata de Christopher y me dirigí a la ducha, hoy era jueves y hoy tenía entregas en el pueblo, así que no llegaría ahorita

Me di una ducha, note pequeñas manchas de sangre en mis piernas, así que tendría que lavar las sábanas

Después de la ducha, me coloque un vestido color café, que me llegaba a medio muslo, era un poco viejito pero estaba lindo

Me coloque unas sandalias y me fui a la habitación de Christopher, como lo había previsto

La sábana tenía una mancha roja justo en medio, tomé las sábanas y las lleve al pequeño lavadero que Christopher tenía a un lado de la casa, les coloque un poco de agua, jabón y comencé a tallarlas

Minutos después, la camioneta de Christopher se estacionó frente a la casa, ví como estaba renegando y se regañaba a si mismo, mientras pateaba una llanta de la camioneta vieja

Se escuchaban pequeños murmullos y el enojado, seguí lavando la sábanas, pero con el agua, está se hacía aún más pesada y mis brazos débiles no podían cargarla toda

—¿Qué haces aquí? —Dijo la voz recia de Christopher, me gire levemente y lo ví

—Ah, es que la sábana de mancho un poco... Por lo de anoche y... —Dije, ví como el se acercaba a mi y...