La presencia de YoonGi hizo que RapMon se alejara de mí bruscamente, el moreno había palidecido. Las mejillas del castaño tomaron una tonalidad carmesí, por lo que deduje que este no se encontraba de buen humor.
«Acaba de confesarte sus sentimientos y te vas con el mejor amigo; estúpida, su dignidad, idiota».
Oh, vamos, no es para tanto, solo fue un pequeño beso en la frente, aparte, puede que todo lo que me dijo haya sido una muy mala broma por parte de él… aunque si fuera así, no tendría por qué molestarse; Dios, soy un ser humano repudiable.
«¿Y recién te das cuenta de eso?»
No empieces con tus boberías, mini-yo, esto es serio.Podría jurar que si las miradas de YoonGi mataran, ya estaría como a cien metros bajo tierra, ¿debería tomar la palabra? Volteé mi mirada para observar al líder, el mencionado ya había retomado su color, sin embargo, no mostraba interés alguno en justificar sus actos. Tragué saliva y rompí el témpano de hielo que se había convertido mi habitación.
—Yoon… YoonGi, ¿cuántas veces te he dicho que toques la puerta antes de entrar? Necesito algo de privacidad, imagina si me hubiese estado cambiando, pervertido— traté de responder la mirada que me había dado—.
—Issa…— lo observé con recelo— Mejor olvídalo— dijo esto último en un casi inaudible susurro—; Rap, déjame a solas con ella, por favor.
En mi no tan corta vida, jamás había observado a alguien con tanta súplica. Era la primera vez que la masculina figura del líder no me incomodaba en lo absoluto, es más, quería que se quedara conmigo y me protegiera del YoonGi versión cavernícola que tenía frente a mí; aun así, debía admitir que se veía extremadamente bien haciendo ese rol.
No obstante, el líder ignoró mi suplicante mirada y abandonó la habitación no sin antes susurrarme un "Lo lamento" en el oído.—Bueno…— tosió un poco para aclarar su voz, al parecer aquella situación de hace solo unos minutos no estaba dentro de sus planes— olvidé mencionar que ya tenemos a nuestro próximo trabajo, un adicto a los famosos "chat-rooms", nada difícil.
—¿Un "chat-room"?, ¿quién en su sano juicio utiliza esa cosa? Digo, hay otros medios— el azucarado me escruta con su mirada por mi infantil comportamiento—; no me mires así, sabes que es verdad.
—¿Podrías tomarlo en serio?, no hay mucho tiempo de plazo…— un bostezo irrumpió su diálogo, al oso le faltaba una siesta—.
—Bueno, está bien— ruedo los ojos—. Al menos deberías decirme su nombre, ¿no lo crees?
—Dios, ¿por qué me pusiste a esta entrometida en mi estilizado camino?— recrimino al castaño con mi mirada, él me sonríe de costado, socarrón—. Está bien, está bien; su nombre es Jean Pierre, el usuario era… era…ehm, no recuerdo, pero eso es suficiente— curvo mis labios al apreciar la maravillosa memoria de Yoon—.
—Gracias— su respuesta es una sonrisa, para luego dar media vuelta y caminar en dirección a la puerta de mi habitación—; YoonGi, respecto a lo que dijiste hace un rato, yo…—el castaño suelta un pequeño bufido, a veces podía llegar a ser extremadamente infantil—.
—Fue una broma, Issa, ¿en serio crees que me fijaría en ti?— su voz me deja en silencio, lo sabía, malinterpreté sus palabras—. Sí, eso mismo pensaba.
Y esas fueron sus últimas palabras antes de abandonar mi habitación.
"¿En serio crees que me fijaría en ti?"
Esa pregunta quedó grabada en mi subconsciente, me sentía más que estúpida, ¿acaso cree que soy fea? Mi mamá siempre decía que era bonita, ahora me doy cuenta que no era más que una vil mentira. Oh, ¡ya sé!, ¿es porque soy plana? Sí, eso debe ser.
«¿Podrías dejar de decir bobadas y hacer lo que te mandaron de una vez?»
Está bien, mucho drama por hoy.Encendí mi computadora y realicé los pasos indicados por YoonGi para buscar a la nueva víctima.
Bien, había creado mi usuario bajo el nombre de Swagger365 —en honor a YoonGi y a su glorioso swag—; nada difícil o fuera de lo común a excepción de un muy pequeño problema: este sitio estaba inundado de pervertidos y lo peor, ¿dónde madres estaba ese tal Jean Pierre?
Escribí un "Hola" por respeto y a los segundos consiguientes, varias ventanas empezaron a abrirse, ¡bingo!, había encontrado al susodicho y a… mucha gente más.Fui cerrando las pequeñas ventanas, las cuales contenían mensajes extremadamente asquerosos, hasta poder quedarme con la víctima a solas; sin embargo, dejé otra aparte, era de un chico apodado 'V', quien me había saludado con un encantador "Hola :3" y por favor, todos sabemos que las personas que utilizan ese emoji son buenas.
Pasaron unos largos minutos en los cuales me distraje hablando con V, era muy encantador y extraño, para ser honesta, pero me hacía reír, eso era bueno y lo más importante a mi parecer.
«Como que se te olvida algo, ¿no?»
¿A mí?, ¿en serio?… ¡Recórcholis! Olvidé por completo a Jean Pierre.
Algo asustada respondí a su mensaje, el cual respondió a los segundos, solté una gran bocanada de aire, si no me contestaba significaba que lo había perdido y Suga me hubiese descuartizado por idiota.Las respuestas que le daba eran cada vez más frías, ese hombre era escalofriante en todo sentido, sin exagerar. Al final, terminamos concordando la hora y lugar para tener un "encuentro", todo esto ocurriría mañana; Dios, ¿por qué yo?
Retomé mi conversación con V. Por alguna razón se negaba a darme su verdadero nombre, comprensible si eres participe de este tipo de redes sociales.
Llevábamos horas hablando y ya tenía una idea de como era en realidad: un alíen; fuera de bromas, su diferente forma de pensar, amor por los suyos, él no podía ser humano.
Lamentablemente nuestra conversación terminó cuando dijo que debía mudarse a la casa de su hermano, el cual no veía hace años, tan lindo.Anoté los datos que tenía de la víctima, salí de aquella página y apagué la computadora.
Mi mente divagaba de un lado a otro. Hacía años que no sentía algo así por alguien, es más, creo que nunca lo sentí; ¿cómo sería ese tal V?, ¿un "fake"?, ¿por qué rayos pienso en un desconocido?
Caminé hasta mi mesa de noche y saqué un pequeño cuaderno anillado de tapa negra, era un cuaderno de dibujo, Jungkook me lo regaló en mi cumpleaños; nerviosa, empecé a dibujar mi boceto de V. Desgraciadamente el resultado era muy diferente a la realidad, su cabello era desordenado, orejas perforadas, sonrisa coqueta… su imagen se asemejaba más a la de los mutantes que vivían conmigo que el propio chico.
Bufé. Arranqué la hoja, dispuesta a botarla, pero era un dibujo tan perfecto que simplemente desecharlo sería un entero delito; terminé por guardarlo en mi diario de experiencias.
El sueño volvió a invadir mi cuerpo, estaba agotada, eran muchas emociones para un solo día, piedad.
Recosté mi cuerpo en la cama y empecé a cerrar mis ojos poco a poco, ya no sentía mis músculos, poco a poco caía en los gloriosos brazos de Morfeo.—¡Issa!— la voz de Jungkook arruina mi hermoso momento, solté un gruñido —, ¿podrías bajar, por favor?— esperen, él nunca habla formal, algo no va bien—.
Asustada, me coloqué mi bata y salí de la habitación para luego dirigirme escalera abajo. Fue a los segundos que noté algo: era de noche; sonreí para mí, pasé mucho tiempo hablando con aquel alíen.
El ambiente en la sala era algo incómodo, los chicos formaban dos filas a mi dirección y en el medio se encontraba un punto de color. Un endeble chico de alta estatura con lentes de pasta gruesa, ropa ambigua y peinado a lo Superman me observaba con curiosidad; oh, qué ternura.
—Bueno, Issa— el líder tomó la palabra—, te presento a Kim Taehyung, mi hermano menor.