El chico de mis pesadillas.

Capítulo 6

8:47 p.m.

La madre de Matias estaba terminando de preparar la cena.

Acomodó la mesa, colocó los cubiertos, sirvió los platos, y subió las escaleras para despertar a su hijo.

Al llegar a la habitación, tocó. Después de haberlo hecho varias veces sin conseguir respuesta alguna, abrió la puerta por la fuerza.

Se aterrorizó al ver a Matias tirado.

En seguida, le tomó el pulso: aún estaba vivo. Eso ayudó a que se calmase un poco. Pero aún así, seguía asustada.

Ella salió desesperada y le pidió ayuda a su vecino, Carl. Era la persona más cercana que tenía en estos momentos, además de que confiaba en él.

Carl realmente no entendió lo que le dijo, ya que le hablaba demasiado rápido, pero como la vio tan alterada, simplemente la siguió.

Él tomó a Matias en sus brazos y ayudó a subirlo al auto para poder llevarlo al hospital.

Su madre buscó el teléfono de Matias y marcó el contacto con el que más llamadas y mensajes había.

Alex.

12:38 a.m.

Matias abrió de a poco los ojos. Teniendo un terrible dolor de cabeza.

Lo primero que vio, fue su brazo. Estaba conectado con un suero.

Él reposaba en una de las típicas camillas de hospital, con una bata blanca –para pacientes–.

A lo lejos, logró apreciar a su madre llorando. Parecía estar hablando con un doctor. Lloraba y se tapaba la cara, en señal de vergüenza.

Matias trató de girar la cabeza: para poder observar cualquier cosa que le rodeara.

Miró al lado derecho y lo único que encontró fue a otro paciente.

Un vejete. Pensó al ver las canas que sobresalían.

Giró de nuevo su cabeza –esta vez al lado derecho– y gran sorpresa la que se llevó.

En una silla, sentado, con la cabeza apoyada sobre su mano derecha, y con la boca ligeramente abierta, estaba Alex.

Regresó su cabeza a su posición normal, y sólo se quedó admirando lo que tenía en frente.

Su madre le miró de reojo y se dio cuenta de que al fin había despertado.

Al principio, se había sentido preocupada.

Al llegar al hospital, el doctor exigió que le hicieran unos análisis de sangre al joven.

Después de que Carl y la madre de Matias hubieran esperado aproximadamente 4 horas les entregaron el resultado.

Al parecer, había tenido una sobredosis. Y no sólo eso describieron. Sí no que había estado consumiendo drogas desde hacía más de 2 años.

Ahora, estaba más que furiosa.

Caminó apresuradamente hacia donde se encontraba Matias.

Al estar justo en frente de él, le dio una bofetada. El morocho se quedó petrificado. Ella continuó por besarle la mejilla, para finalizar con un abrazo.

Mientras que él tenía una gran marca roja en su mejilla y a una mujer abrazándole con fuerza.

Típica escena de bipolaridad femenina.

Se dijo a sí mismo.

— ¿Desde cuándo? —le preguntó repentinamente su madre al oído.

— ¿Desde cuándo qué?

— Consumes drogas. —respondió ella.

El moreno comenzó a ponerse nervioso. Y como es típico, trató de mirar cualquier otro lugar que no fuera su madre.

Miró sus manos, sus pies, el suero, el techo, el vejete, a Alex.

Vio cómo lentamente se acomodó a la posición normal que una persona tenía al sentarse, apenas despertaba.

La madre de Matias se dio  cuenta de que el mayor estaba despierto. Le dijo que a la mañana siguiente podría verlo, que ahora necesitaba descansar.

Y no fue nada más que una excusa para poder darle un gran sermón a su hijo.

Quiero cuidarlo, necesito cuidarlo. Dijo en su mente mientras su boca pronunciaba la palabra ok.

¿Qué demonios le pasó?

Se preguntaba Alex una y otra vez.

Cuando al fin habían llegado los resultados de los análisis, sólo los habían visto Carl y la madre de Matias.

Alex sólo había estado esperando, a lado de la cama de Matias, sin recibir respuesta alguna.

Cuando recibió la llamada para ir al hospital aún estaba trabajando. A Kevin no le había molestado, le agradó Alex desde el principio así que le dio la chance de irse.

Lo único malo es que al día siguiente, el menor debería trabajar doble turno. Él acepto con tal de poder estar con Matias en todo momento.

Y después de todo, no sirvió de nada, pues la madre de Matias casi lo corrió del hospital.