Siete veces en las que Loki pensó que Thor era un idiota ♡ THORKI

La misma vieja película.

Así que después del incidente en la ducha, puede que Loki haya evitado a Thor lo que quedó del día, llegando tarde a propósito a su departamento y haciendo el menor ruido posible, lo cual al parecer fue bastante efectivo porque el rubio tenía el sueño demasiado pesado.

Loki agradeció eso.

Lamentablemente para él, no podía ignorarlo para siempre, así que en conversaciones posteriores bromearía con el tema o simplemente haría como que nunca ocurrió realmente.

Las cosas parecían mejorar cuando su calendario marcó por fin el día viernes, lo cual significaba que podía acostarse todo lo tarde que quisiera, puesto que el día siguiente no tendría relativamente nada que hacer, y si hubiera algo que Loki amara más que a sí mismo (y a Thor) era poder tener un día libre de preocupaciones. Loki se mantuvo con una sonrisa y buena actitud durante todo el día en la universidad, Bucky ocasionalmente le daba miradas interrogativas a Nat que Loki no pasaba por alto, sabía que tanta felicidad de su parte podía parecerle rara a sus amigos, quienes estaban acostumbrados a verle alegre pero serio la mayor parte del tiempo.

Después de que hubiera finalizado la ultima clase de la semana, Bruce (con una leve insistencia de Natasha, cabe aclarar), se ofreció a dejar a Loki en su apartamento, el pelinegro aceptó algo confundido, pero de todos modos no había forma de que se negase a tal favor que le quedaba como anillo al dedo.

Así que había llegado al departamento hace unos minutos a penas, hizo lo de siempre, dejó sus llaves sobre la pequeña canastilla y su mochila en un rincón apartado especialmente para ella. Loki pensó por un minuto qué tan raro era tener un espacio estrictamente dedicado para colocar su mochila, pero rápidamente lo dejó ir cuando su estómago gruñó hambriento.

Allí cayó en cuenta que su precario almuerzo (una ensalada, demasiado condimentaba para el gusto de Loki), no había sido lo suficientemente buena como para saciar su hambre. Se dispuso a cocinar algo para la cena, arremangó las mangas de su camiseta y lavó sus manos antes de tomar un poco de cebolla y comenzar a rebanar esta con cuidado. Loki realmente trató de rebuscar entre sus recuerdos si Thor le había comentado que era alérgico a algo, ¿el pepinillo, tal vez? Él no lo recordaba con exactitud, pero en serio esperaba que no fuera alérgico a la cebolla o si no estaría tirando al caño todo.

Rezando internamente, puso a remojar la cebolla en agua para quitarle un poco el sabor fuerte y cargado que tenía. Lavó sus manos de nuevo y súbitamente encontró que el ambiente se encontraba muy silencioso, así que instaló rápidamente el televisor de la cocina y de dispuso a ver Grey's Anatomy mientras preparaba las demás cosas. A Loki le gusta culpar a Thor por pegarle el gusto a ese horrible show, y en efecto, era la culpa del rubio por ser un hermoso doctor y siempre andar encontrándole fallos en los procedimientos a dicho programa, verlo arrugar el ceño y señalar un error era exquisitamente tierno ante los ojos de Loki.

Allí estaba Thor de nuevo.

Thor...

Loki sacudió su cabeza en un vago intento de sacarlo de su mente y se dispuso a terminar su la sopa.

Thor tuvo un día fantabuloso en sus propias palabras. Las dos cirugías que tuvo que atender ese día fueron relativamente fáciles y no tuvo complicaciones en ninguna. Al parecer, por primera vez en lo que va del mes puede salir a casa en el horario que se supone debería.

A Thor le resulta extrañamente raro no tener más casos por el día de hoy, pero no se queja.

Acomoda un poco su sudadera en los vestidores, mirándose levemente en el espejo para asegurarse que no tiene los pantalones al revés (ya le ha pasado, ser un cirujano a veces te deja muy desconcertado, y quiere evitar pasar vergüenza otra vez).