"Pareces tomate"

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Esta confirmado, ¡caminar con tacones es de lo más incomodo!

Mis padres ya han tomado la delantera, se dirigen a los señores Brown con una sonrisa. Papá le estrecha la mano al señor Brown y le da dos besos en la mejilla a la señora Brown, al igual que mamá.

Mi hermano camina con pasos seguros hacia mis padres con una sonrisa. Yo, al contrario, camino indecisa detrás de mi hermano.

No se que me pasa, es como si me gustara James, es un chico normal.
Solo un poco más lindo y apuesto que los demás, aparte, sus ojos son más hermosos, ¡ah! Y como olvidar sus abdominal...

Meneo mi cabeza ligeramente quitando esos pensamientos absurdos, sin darme cuenta, ya estaba donde mi familia. Había olvidado la presencia de James, cuando lo veo el tiene su mirada fija en mis padres, pero como si sintiera mi mirada, voltea a mi para analizarme y darme una sonrisa arrogante.

Esa sonrisa...

Rapidamente quito mi mirada de él y me fijo en mis padres, ellos estaban en una conversación posiblemente interesante con los señores Brown, ya que no sentían mi presencia en lo más mínimo, pero cuando lo hacen, mi mamá da paso a algo que odio.

—Lidia, Mark, esta es nuestra princesa, Laia—¿Esto no podía ser más incomodo? No, no podía. Sintiendo la sangre en mis mejillas, me dirijo a los señores con una sonrisa. La mamá de James lleva un vestido celeste que convina con sus ojos, es realmente bonita, su cabello castaño la hace lucir bastante joven. Mientras que el papá de James, es un señor igualmente apuesto, lleva un terno negro, el señor, al igual que la señora, luce muy joven. Ellos me miran y me dan una sonrisa.

Sentía que me olvidaba algo...¿Ya los salude? ¿Ya me saludaron? ¿Todos nos saludamos? ¡Manden ayuda!

—Un gusto conocerlos—Digo para luego agachar mi cabeza, en mi casa podía ser muy extrovertida y sinvergüenza, pero cuando me presentan a alguien, todo eso cambia, aparte de tener a James frente a mi.

—El gusto es nuestro—Dice el papá de James, estábamos parados en medio de todo el restaurante y era bastante incomodo, por dios, todo aquí es incomodo.—Creo que deberíamos empezar con la cena, es muy incomodo estar aquí parados—¿Es en serio? ¿Recién se dan cuenta? Bueno, al fin hay alguien que está de acuerdo con mis pensamientos.

Todos estuvimos de acuerdo y nos dirigimos a una mesa aproximada a la puerta principal, al llegar a la mesa, me sente al lado derecho de Zack, para mi suerte, James se encontraba sentado en una de las esquinas de la mesa, por lo cual me sentí un poco más tranquila.

Habían pasado unos minutos y James me miraba descaradamente, logrando que sienta mis majillas arder. Mis padres y mi hermano estaban hablando, por lo que me pude percatar estaban hablando de la forma de educación actual.

Madre mía, que tonterías...

Decido utilizar un rato mi celular, se había unido James a la conversación, esto era realmente aburrido, pero ¿que me podía esperar de una cena con mis vecinos? Veo a James y el me estaba mirando con una sonrisa juguetona.

—Laia, —interrumpe mi mamá mis pensamientos—¿conoces a James? No te veo hablar mucho con el...—dice mi mamá con una sonrisa, y si me lo preguntaban, todos habían escuchado eso.

Si, todos...

Hasta James

Miro a mi mamá avergonzada, no creo tener respuesta a eso, me refiero, si no quiero hablar con el, no tengo la obligación a hablarle. Quería responder a la pregunta pero las palabras se me quedaron atoradas en mi garganta, miro a Zack y el entiende perfectamente que nesecito ayuda—No, ella no lo conoce, en realidad no sabe ni quien es—Yo agarre su mano por debajo de la mesa en forma de agradecimiento, el me da una sonrisa tierna.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2019 ⏰

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Aléjate de él, Laia.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora