nineteen //

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una figura encapuchada salió del lado del piloto y lentamente se acercó al cuerpo de evangeline.

ella miró hacia arriba alcanzando sólo el final de la barbilla de aquella persona.

ya en este punto ella podía ver que era harry.

oh, por el amor de dios

este día se ha puesto peor de lo que ella pudo haber imaginado, ahora harry tendría que verla con lágrimas empapando sus mejillas y con sus padres gritando adentro de la casa a todo pulmón.

que embarazoso.

pero entonces, ella comenzó a preguntarse que hacía harry exactamente en su casa.

él no venía, nunca.

"ángel, ¿qué te ha pasado?" se quita la capucha y se agacha junto a ella asegurandose de tomar una distancia apropiada y mirandola a sus grandes ojos café.

ella con torpeza limpia las lágrimas de sus mejillas y balbucea "nada, estoy bien" dejando así su lado terco resaltar.

"claramente no lo estás, dejame llevarte a casa para así poder limpiarte."

gira su cabeza para verlo directamente, dejando el lado herido de su rostro visible para él y susurrando tan rudo como puede "jódete."

sus ojos sobresalen un poco, claramente impresionado ante el uso de vulgaridades dirigidas explícitamente hacia él, pero se distrae cuando se da cuenta de las gotas de sangre recorriendo su mejilla hasta aterrizar en el final de su vestido, cosa que a ella no le importaba.

"ángel, por favor, sólo dejame cuidarte" susurra él acercando sus manos a ella cuidadosamente para no hacerla enojar más.

"no" sisea ella, alejandose.

"cariño, estás sangrando, sólo déjame limpiarte y luego te dejaré ser."

evangeline levanta sus temblorosos dedos hasta su nuca y ligeramente traza la herida, se queja y luego extiende su pequeña mano para tomar la de él y lo deja guiarla de vuelta a su auto.

el par ignora los gritos que escapan de la casa cuando harry la lleva lejos de este barrio en tan malas condiciones.

obviamente él no tenía planes de dejarla ser, de hecho él tenía planeado hacer todo lo que pudiese para tenerla de vuelta. él estaba asustado.

asustado de perder la única cosa que lo hacía sentir realmente feliz y olvidarse de todo su estrés.

él la quería a ella, sin importar nada.

llevó al apasionado ángel de vuelta a la casa de sus padres y cargó al frágil cuerpo todo el camino que separaba al auto del baño del segundo piso.

ella no lo miró ni una vez.

ni cuando la colocó sobre el mesón del baño,

ni tampoco cuando comenzó a limpiar su herida.

los ojos de evangeline permanecieron ligeramente cerrados, intentando ignorar el dolor, y una lágrima corrió por su mejilla.

"ángel, por favor, háblame, puedo hacerte sentir mejor."

él posó su mano en lo más bajo de su muslo, su cuerpo se volvió frígido, él ignoró el cambio y continuó limpiando el corte en la línea de su cabello.

ella se quejó y apretó la mano que yacía sobre su suave muslo.

"está bien, bebé, está casi listo" la persuadió, cosa que a ella la calmó al escuchar sus palabras.

finalmente, la chica habló "no quiero que me veas de esta manera."

"¿cómo, ángel?"

"débil. pareciese que no puedo cuidarme a mí misma, pero sí puedo."

"después de todo por lo que has tenido que pasar esta semana, junto con lo que yo te hecho pasar también, no te ves nada más que fuerte."

"se suponía que no debías verme llorando" susurró, el implacable sentimiento del vacío llenandola al saber que su harry; alguien que evangeline creía que era muchísimo más hermosa que ella.

"ángel, heres tan hermosa y tan fuerte, no quiero nada más que cuidarte, por favor. te necesito."

harry la miró directo a sus marrones írises hablando con nada más que la verdad.

"¿por qué estabas entonces con la señora?" preguntó ella fríamente, intentando opacar el dolor que sentía cambiando su tono de voz.

"no lo sé, mis padres quieren que me case con alguien con poder. mis padres me dijeron que intentara salir con esa mujer."

él suspira, poniendo ambas manos sobre los muslos de ella y manteniendo el contacto visual.

"no debí haberlo considerado, no debí haberme acostado con ella; pero lo hice, y cada momento que estuve a su lado, deseaba que ella hubiese sido tú..."

continúa

"pero esto es peligroso, ángel. mi vida se arruinará si alguien se entera de lo nuestro y dios sabe que la gente siempre te verá a tí como una víctima. y lo lamento mucho princesa, pero ya nada de eso me importa,"

ella inhala suavemente, enamorándose de él de nuevo.

"te juro evangeline que iré al fin del mundo por tí si me das otra oportunidad."

y eso era todo para ella, se permitió creer cada palabra susurrada por él, sin importar su conocimiento de lo que era mejor.

no quería más nada que estar con él

y él no quería otra cosa que estar con ella.

pero dos almas en contra de lo que parecía ser todas las leyes era una batalla obligada a ser perdida.

evangeline; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora