twenty two //

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evangeline despertó temprano la siguente mañana, su pecho desnudo presionado contra el de él y su cabeza descansando sobre su hombro.

acostada en silencio lo observaba dormir en completa paz, sintiendo su pecho subir y bajar lentamente.

ella pensó que él era absolutamente hermoso, sus labios gordos duraznos y sus pestañas revoloteando.

la jóven chica podía observarlo por el resto de su vida.

tristemente, se alejó de él deslizandose fuera de la cama con intenciones de pasar desapercibida -para no despertar al hombre-, recolectó sus prendas y se posicionó entre ellas.

evangeline fue de puntas hasta la puerta y la abrió, entrando al corredor fue sorprendida por una mirada curiosa de lucinda, la cual yacía parada desde el otro lado del corredor en la respectiva puerta de su habitación.

"vaya, vaya, miren quién es" se burló lucinda, moviendo su pie, expectante.

"oh, cindy lu, lo siento tanto" respondió evangeline mirando sus pies, incapaz de encarar a su mejor amiga.

"¿por qué lo sientes? ¡no puedo esperar para ser tu hermana!" lucinda expresó mientras saltaba de un lado a otro, envolviendo a evangeline en un cálido abrazo.

evangeline rodeó la cintura de lucinda con sus brazos, ambas paradas al final del corredor envueltas en los brazos de la otra.

era hermoso, ¿no?

un hombre nunca debería interferir entre la amistad.

lucinda lo sabía, ella amaba a evangeline, por lo cual se enfocó en lo positivo.

mejor que dejar que su hermano arruinara la amistad entre ella y su mejor amiga.

lucinda salió del abrazo, soltando el agarre que tenía sobre los hombros de su mejor amiga.

"sigue siendo muy raro."

evangeline rió, encontrando humor en la honestidad de lucinda.

"lo sé cindy" se encogió de hombros ante su alta amiga.

"¿cuándo empezó ésta... cosa entre harry y tú?"

"no lo sé exactamente... más o menos desde que volviste"

"¡jesús! debiste haberme dicho que te gustaba mi hermano"

evangeline miró a su mejor amiga con una mirada de incredulidad.

"¿estás bromeando? hubiese sido demasiado raro y vergonzoso, además, no sabía la reacción que podrías tener."

lucinda se encogió de hombros y bufó.

"tienes razón, me hubiese dado demasiado asco"

lucinda continuó,

"cambiando el tema, mis padres quieren que te quedes para cenar, estás libre?"

evangeline chasqueó en respuesta,

"¿cuándo no lo estoy?"

las dos chicas rieron, sintiendose aún más cercanas dados los eventos que acontecieron la noche anterior.

evangeline supo que esta era una verdadera amistad de la cual no podría perderse.

ella de verdad amaba a su mejor amiga.

y aún así tuviese que pasar el resto de su vida con lucinda, ella sabía que sería una vida asombrosa.

todo lo relacionado con su amistad era asombroso.

todas las tardes que desperdiciaron leyendo revistas y con su grabación favorita de grease*.

sua impecables conversaciones sobre chicos y maquillaje y otros vacíos y disminuidores de iq* temas de conversación.

su amistad no era la más productiva o benefactora, pero era cómoda, amorosa y sin dudarlo llenaba emocionalmente.

de esa manera fue como el par pasó aquel día.

con su cabello sin cepillar, cola cherry y ridículas coreografías.

las horas se gastaron en risas y cantos.

pero mientras las 7pm se acercaban, evangeline se tensaba cada vez más.

ella amaba y de verdad extrañaba a los padres de lucinda, pero quería causar una buena impresión, pues no los había visto desde hacía ya mucho tiempo.

ellos eran desgraciadamente pretenciosos, lo cuál era entendible dado que los dígitos en sus cuentas bancarias rondaban los siete números.

una buena impresión era crucial, pues evangeline pensó que ellos juzgarían si ella era lo suficientemente buena para merecer la amistad de lucinda.

ella también sabía que debía mantener su 'relación' con harry completamente secreta, no quería que ellos pensaran que era una puta o algo así.

sin mencionar que debía parecer bonita y presentable, pero no muy presentable, o parecería falsa.

evangeline desvió su mirada de su revista, la cual yacía en una página decorada con las palabras:

los peores trajes de hollywood

echando un vistazo a su mejor amiga, bromeó

"¿puedo tomar prestado un vestido para esta noche?"

"angie, mis padres ya te conocen, no necesitas impresionarlos"

respondió lucinda, sin mirar de vuelta a su mejor amiga, completamente inmersa en su revista.

a evangeline le pareció como si sus pensamientos hubiesen sido leídos.

"no los he visto en años, quiero estar segura de que me recordarán y les agradaré"

"bueno, echa un vistazo en mi clóset, toma lo que sea"

evangeline se levantó y procedió a buscar entre el interminable guardarropas.

parecía que cada vestido fuese excéntrico y caro.

ella quería algo simple y lindo.

sus dedos recorrían los vestidos, nada era lo suficientemente bueno.

el único pensamiento que le pasó por la cabeza fue que lucinda debía donar sus vestidos a la caridad.

ella se rindió ante el buscar por algo colgado, y en vez de eso decidió ir a la esquina con las prendas olvidadas, básicamente escondidas a la vista.

y ahí fue que lo encontró.

el vestido perfecto, nada especial, pero dulce y apropiado.

tal como evangeline era.

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necesito una amiga como lu :(

y necesito a alguna que me recuerde en subir capítulos porque yo soy caída de la mata y se me olvida jsjsjsjs

disfrutenlo ♡♡♡

evangeline; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora