Capítulo dos.

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Una mañana tranquila a decir verdad, me la pasaba recostada junto a mi dulce dueño.

La rubia del otro día en veces aparecía, algo frecuente a decir verdad, mi Freddie era una persona muy buena, y se veía muy enamorado de esa humana, algo muy sublime y lindo.. aún que un tanto extraño por aquellos muy peculiares ruidos..
En fin, eso no importa.
Si Freddie es feliz yo seré feliz a su lado.

—Meowww.

Me fascinaba acurrucarme en su pecho cuando se acostaba en la cama.
Era una almohada muy especial y buena.

Y más que nada, amaba las caricias y el palabrerío que me daba ese dulce humano.

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—Oye pequeña, hasta ahora no tienes nombre, querida... Mm..
¿Rose? —Quejidos míos.

No me gustaba ese nombre.. No tengo razón para no gustarme, pero no lo hacía realmente.

—¿Meredith? —Entre sonrisas y risas serenas, acompañadas de caricias del hombre.

—Me..ow.. —Me disponía a ronronear.

—Uhm.. ¡Ya sé!, ¡Te llamaras Delilah!. ¡Si!, ¡si!, ¡si! Mi amada Delilah, la luz de mis días.

Me cargo y me acurruco cual minina recién nacida.

Que tanta suerte tuve de encontrar a un ser tan bueno.
Freddie me adoraba y yo lo adoraba a él.

;;

Una "supuesta" tormenta eléctrica se aproximaba, según escuche en el televisor que teníamos enfrente de la cama.

Algo así como grandes nubes tristes y molestas que querían demostrar su enojo con rayos.

Me daba miedo aquella idea.
¿¿Qué tal si un rayo venía por mi??
¡Hubiera dejado devastado a Freddie!

—Cariño tranquila, aquí estaré siempre a tu lado. —Esas palabras las creí.

Intente dormir un rato, y si, lo logre, pero los fuertes y duros sonidos de afuera me hicieron despertar.

Pude ver que la Rubia, que al parecer se llama Mary, estaba en casa, estaba recostada en el hombro de Freddie, sujetando su mano y temblando temerosa.

Mucho más que yo.

—Meow meow meoow..

La miraba atenta, pero ella solo me miraba fijamente.

—¿Cuál es su nombre? —Miraba con una expresión un poco más relajada, mientras acariciaba a el dulce hombre.

—Mi preciosa Delilah, es hermosa, ¿cierto? —Movía mi cola de lado a otro y me echaba nuevamente a dormir.

Que si lo soy, claramente, lo soy.

ℑ'𝔪  𝔇𝔢𝔩𝔦𝔩𝔞𝔥 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora