Shots de Sake con Limón

Hit me with that gay shit!

...no tengo perdón de Dios ni de Luci (Lucifer) T_T

Se suponía que esto sería un especial de San Valentín. Pero lo terminé el 16 y luego se me olvidó postearlo, hasta hoy que dije "vamoa escribir algo" me fijé que esto seguía guardado en la compu.

Lo siento

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Leo sabía que estaba siendo un poco cicatero con la situación. Bien pudo dejar pasar los comentarios de Rolando y seguir con su día como normalmente. El problema fue que se metió con dos aspectos muy importantes en su vida; Kubo y su relación sentimental con el mismo.

Se encontraba camino al salón de su siguiente clase, cuando un tumulto alrededor de uno de los tantos pizarrones de corcho en el campus le llamó la atención. Al acercarse pudo escuchar varias exclamaciones de sus compañeros.

̶ ¡Qué emocionante!

̶ Tengo la idea perfecta para nosotros, amor.

̶ Espero que Vanessa no vea esto o querrá inscribirnos.

Con curiosidad latente, Leo buscó la razón del alboroto. Pronto la descubrió, colgada en el centro del pizarrón de una tachuela en la hoja de brillante color rosa; un anuncio que leía: "¡Concurso de disfraces en pareja! ¡Este 14 de febrero vístete junto a tu novio(a) de una de sus parejas favoritas! Se competirán con otras parejas del campus. Los ganadores serán anunciados durante el Baile de San Valentín y obtendrán una reservación en uno de los mejores restaurantes de la ciudad y un par de cupones de la repostería La vie en Rose"

Tras leer, Leo pensó en inscribirse junto con Kubo; los dos adoraban hacer cosplay. Sin embargo, intuyó que no sería muy justo para los otros participantes, después de todo ellos ya tenían una experiencia mayor y todo un equipo para ese tipo de cosas. Al fin y al cabo, de cierta manera de eso vivían.

Ambos eran cosplayers reconocidos internacionalmente en el mundo de los fandoms. Conocidos más por sus alter egos "El Cazador" y "Moon Prince". Se habían conocido por azares del destino en una COMICON en Los Ángeles, a la cual Leo fue como el general Shang Li y Kubo como Ping. Llegaron a coincidir en una de las áreas en el terreno y, al ser de los mejores cosplayers en el lugar, la gente comenzó a pedirles fotografías, poco después los juntaron para hacer unas cuantas poses como sus personajes e interpretar escenas de la película. Así quedaron estancados durante casi dos horas. De esa "sesión" de fotos, las más populares y virales fueron algunas en las que les pidieron hacer poses románticas. Sus seguidores se doblaron en Instagram y en twitter tras la colaboración impromptu, Así lograron encontrarse en redes sociales. Tras eso, sólo fue cuestión de tiempo para que volvieran a verse en vida real y hacer una colaboración planeada. Cuando Kubo y su abuelo se mudaron a México les resultó aún más fácil mantener el contacto, sacaron más colaboraciones y poco después empezaron a salir.

Si había algo de bueno en ser cosplayer, aparte de que gracias a su fama ya podía sacar un poco de dinero ofreciendo publicidad a marcas de prostéticos y maquillaje, era el que su identidad como Leonardo San Juan no era quebrantada. Nadie conocía su rostro al natural y él y Kubo podían gozar de la privacidad de su relación sin problemas.

̶ ¡Eh, San Juan! ¿Estás pensando en entrar al concurso?

Esa voz, tan molesta a su parecer, lo sacó de sus reflexiones. Respiró hondo y dirigió la mirada a su interlocutor. Rolando, un tipo alto y moreno de cara afilada, con cabello negro y ojos grises, estaba estudiando Literatura como él, pero también tomaba algunas materias en Derecho. Era normal que tuvieran roces entre ellos, no sólo por su constante rivalidad en clase gracias a que Leo poseía un talento natural para las letras, sino también por la ideología cerrada del otro y sus compinches. Cuando Rolando se enteró de la bisexualidad de Leo y su relación con Kubo, sus comentarios y riñas se triplicaron. Toda una pena en pleno siglo XXI, pero Leo no se quejaba tanto, eran muy pocos los compañeros que le seguían el hilo al otro chico, y normalmente eran tan alcahuetes como él.