Shots de Sake con Limón

Así hacen pan los Reyes.

¡Actualización!

No me he olvidado de estos dos tortolos, sólo que no había escrito para ellos en un buen rato.

Este One shot nació gracias a un video de YouTube que vi y con el que casi me meaba de la risa que me dio, les goa dejar el link aquí abajito:

https://www.youtube.com/watch?v=gE2aZ-7pKYA

Y el video se los dejo allá arribita, por si quieren verlo antes XD

Lo vi y mi mente dijo "ahora imagínate que Leo haga eso" y a mí me encantó la idea... lo demás es historia XD

Kubo y su abuelo habían regresado a Japón a pasar las vacaciones de verano en su ciudad natal, cerca del santuario donde su abuelo pasó la mayor parte de su vida al cuidando del lugar.

Pisar de nuevo la costa, el bosque, el lugar donde creció y se crió fue maravilloso para el joven, sobre todo porque tuvo la oportunidad de ver de nuevo a sus viejos vecinos después de cinco años. Así se mantuvieron ocupados entre visitas, anécdotas. En general, poniéndose al corriente acerca de los cambios que había sufrido el área desde que se habían mudado a México de forma más permanente.

A pesar de la reconexión con todos los lugareños de su ciudad natal, contándoles historias nuevas que había adquirido tras la estancia en el país del mariachi, Kubo no podía evitar extrañar un poco su casa y a todas las personas que había dejado en Puebla; porque por más que hubiera querido hacer un espacio en sus maletas, él sabía que no podía llevarlos de contrabando en un vuelo. Aunque los extrañaba mucho, desde Xóchitl hasta Nando, sus nuevos amigos hacían un muy buen trabajo haciéndole sentir acompañado aunque no estuvieran con él de forma presencial.

Desde su viaje al Aeropuerto Internacional de Puebla no habían dejado de mandarle mensajes y buenos deseos. Pequeños "te extrañamos" y "¿estás despierto", textos largos y audios para darle el chisme más jugoso del día, así como miles de imágenes y fotos, entre las que destacaban aquellas donde habían incluido al papel impreso con su rostro sólo para sentir que él seguía allá. Las notificaciones en su teléfono parecían no tener descanso, incluso cuando se suponía que en México era de madrugada alguno de sus amigos le mandaba algo.

Sin embargo, a pesar de su amor por toda esa bola de locos que llamaba amigos, había un chat que no fallaba en hacerlo añorar el regreso como si estuviera en un viaje de varios años. Después de todo Leo era alguien muy especial y estas eran las primeras vacaciones que no pasaban juntos tras tres años de conocerse y un año y medio de relación. Siempre había estado junto al mexicano en sus vacaciones, con separaciones temporales mínimas; se había acostumbrado a ir de un lado al otro siendo incluido en las aventuras del grupo. Así que esta separación, que duraría casi todas las vacaciones, estaba siendo muy difícil para el japonés y seguramente para el joven poblano también, tomando en cuenta la cantidad de mensajes y audios entrantes.

Leo estaba haciendo todo lo posible por seguir presente en su vida diaria. No había noche que Kubo no recibiera una videollamada de un Leonardo recién levantado que esperaba poder desearle una buena noche mientras se preparaba para recibir el día en su zona horaria.

Realmente se sentía mimado con todo el esfuerzo de sus amigos y su pareja. Mimado, consentido y extasiado. Hasta sus amigos en japón le notaban con paso alegre y saltarín en su andar, flotando en lo alto de los cielos con la afirmación mañanera diciendo "lo vales" de su pareja como combustible.

Tal vez fue por lo que el anuncio de una notificación entrante de la mismísima Teodora en el chat grupal y el privado no le sorprendió mucho. Inmediatamente detuvo su almuerzo, haciendo una cuenta rápida en su cabeza calculó que serían cerca de las siete de la tarde en México, cuando sonaron más notificaciones de un chat grupal que parecía entrar en caos tomó su celular para ver de qué se trataba. La pelirroja había mandado un video corto, aproximadamente un minuto de duración, tanto al chat grupal como al que tenía con Kubo. Además que en su chat privado le aconsejaba en un mensaje lleno de emoticonos riendo que lo viera y lo guardara.